miércoles, agosto 05, 2009

Revista Filipina (Tomo VI N° 3 Invierno 2002)



REVISTA FILIPINA (ISSN 1496-4538)
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Una Revista Trimestral de Lengua y Literatura Hispanofilipina
Tomo VI N° 3 Invierno 2002
Director: Edmundo Farolán
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EDITORIAL
RIZAL EN ALEMANIA Edmundo Farolán
La Destrucción del Cosmos Filipino (7ª Parte) Guillermo Gómez Rivera
Filipinas (1898-1946): el drama de la re-colonización Agustín Pascual
Filipinas y Latinoamérica Paul Pérez
FILIPINOS EN MADRID Tony Fernández
BOSQUEJOS Edwin Lozada



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EDITORIAL

Celebramos el 30 de este mes de diciembre la muerte de Rizal, y en este número, como homenaje a este gran héroe y mártir filipino, publicamos Rizal en Alemania, que cuenta de los viajes de Rizal durante su estancia en varios lugares de Alemania. Celebramos también otros dos acontecimientos recientes: la publicación del nuevo libro de versos de Edwin Lozada, Bosquejos, lo cual publicamos dos de las poesías que aparecen en esta colección; y el otro, la inauguración de un sitio en el internet sobre el Chavacano, por Alberto Hernández Miño (http://www.iespana.es/chabacano/), que incluimos como uno de los enlaces en esta página.

En este número, publicamos también artículos escritos por Tony Fernández, Paul Pérez, Agustín Pascual, y Guillermo Gómez Rivera.--EF


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RIZAL EN ALEMANIA
Edmundo Farolán


El Sr. Benjamin Domingo quien era entonces el agregado cultural de la Embajada Filipina en Bonn, y más tarde, Consul General, visitó al Pastor Weber en Wilhemsfeld, un pueblecito en las fueras de Heidelberg, en el año 1977, para obtener informes sobre la estancia de Rizal en Alemania. El resultado de sus investigaciones lo publicó en Bonn bajo el título Rizal in Germany, en el año1979.

En el primer capítulo, "Wer War Rizal?" (¿Quién es Rizal?) cuenta que cuando se fue a Heidelberg, por primera vez, preguntaba a la gente donde podía encontrar la estatua de Rizal. Y nadie en Heidelberg le conocía a Rizal.

Pero en un pueblo llamado Wilhelmsfeld, más o menos 12 kilometros de Heidelberg, casi todos sabían de Rizal. Pues, fue en este pueblo donde Rizal vivió por tres meses (junio a agosto 1886) mientras estudiaba con el famoso oftamólogo de la Universidad de Heidelberg, Dr. Otto Becker. Antes de mudar a Wilhelmsfeld, vivió en varias residencias estudiantiles en Heidelberg, desde el 9 de febrero hasta el 9 de junio de 1886.

En Wilhelmsfeld hay un parque dedicado a Rizal, su estatua en bronce creada por el escultor filipino, Profesor Caedo,de la Universidad de Filipinas. También hay una calle llamada "Jose Rizal Strasse" donde Rizal vivía como huésped del Pastor Ullmer. En la portada está escrita en alemán: "Jose Rizal (1861-1896), héroe nacional de Filipinas, escribió los últimos capítulos de su novela Noli me tangere en esta casa" (mi traducción).

Domingo en su libro describe en detalle los viajes de Rizal en Alemania. Cuando se marcha de Wilhelmsfeld., Rizal toma un crucero y visita,desde el 9 de agosto hasta el 14, las siguientes ciudades: Mannheim,Mainz,Bonn, Koln, Coblenz, Bingen, y Frankfurt.

Llega a Leipzig el 15 de agosto y permanece en esta ciudad hasta el 29 de octubre. En su diario, Rizal escribe que a él Leipzig le impresionaron "los magnificos edificios públicos y los amables ciudadanos". Fue en Leipzig que Rizal hizo una traducción al tagalo de la obra Wilhelm Tell de Schiller, y en una carta a su hermano Paciano, dice: "Aqui te envío mi traducción tagala de Wilhelm Tell…perdón por la tardanza porque estaba ocupado con otras tareas…"

Rizal sigue su viaje a Berlin pasando por Dresden y llega a Berlin el 1 de noviembre. Permanece allí hasta el 11 de mayo 1887, y poco después de publicar su Noli, viaja con su amigo Dr. Máximo Viola a otras capitales de Europa. Fue el Dr. Viola que le dio a prestar fondos para publicar su novela.

El 13 de mayo de 1887, visita a su amigo, Dr. Ferdinand Blumentritt, en Leitmeritz, Austria (que ahora es una ciudad en la República Checa). Blumentritt le invita a Rizal a hablar en el Club de Turistas, de lo cual aquel era miembro, y los miembros se sorprenden por el alemán exquísito de Rizal. Blumentritt, el secretario del club, anota fragmentos del discurso de Rizal: "Lo que admiro en los alemanes es el amor patriótico, el aprecio de la belleza, el contacto entre el hombre y la naturaleza….olvidamos las aflicciones y problemas al sentir la paz de los bosques, la belleza de las flores, y el canto inocente de los pajaritos…sentimos refrescados porque la naturaleza da alegría al alma triste…"

Antes de marcharse de Alemania, Rizal con su amigo Viola visita dos otras ciudades: Munich y Stuttgart. Escribe a Profesor Blumentritt desde Munich donde se queda entre 26 a 30 de mayo: "Hemos paseado por toda la ciudad, tomamos mucha cerveza, y nos divertimos".

En Stuttgart, Rizal y Viola se hospedaron en el Hotel Marquardt desde el 31 de mayo hasta el 1 de junio y de alli, se marchan para Suiza donde, desde Ginebra, Rizal escribe otra carta a Blumentritt dando sus impresiones de Alemania: "Siempre pienso en Alemania y su erudición. Hablo siempre con Viola sobre la lealtad y la integridad alemana y cuando oigo el aleman hablado, me siento feliz, como si fuera mi lengua nativa".

Hay muchos datos sobre Rizal en el libro de Domingo que muchos no conocen. El trabajo de Domingo merece algún premio, quizas el Premio Zobel, por la detallada investigación que hizo sobre los viajes de Rizal en Alemania que nunca se ha revelado antes de esta publicación.


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La Destrucción del Cosmos Filipino (6ª Parte)
Guillermo Gómez Rivera


DOÑA ROSA CONOCÍA LA AGENDA SECRETA DE LOS SECTARIOS USENSES

Doña Rosa bien conocía la agenda neocolonial que los sectarios protestantes de Estados Unidos de América empezaban a poner en ejecución sobre las nuevas generaciones de filipinos. Sabía que los Estados Unidos iban a utilizar el mismo sistema educacional pagado por los contribuyentes filipinos para borrar de la memoria de las nuevas generaciones todo recuerdo y consideración hacia los ideales de libertad e independencia de la Primera República de Filipinas establecida antes en Biac-na-bató y consolidada más tarde en Malolos bajo el caudillaje del Presidente Emilio Aguinaldo y el General Antonio Luna.

Doña Rosa también sabía, por ex- redactora del periódico LA INDEPENDENCIA, fundado en 1898 en Malolos, Bulacán, por el mismo General Antonio Luna, que el asesinato de éste, por unos traidores filipinos que le rodeaban al Presidente Aguinaldo, fue planeado, pagado y llevado a cabo por los invasores usenses de aquel tiempo.

Sabía, por lo tanto, que los primeros que se habrían de beneficiar de tal asesinato serían los mismos militares usenses puesto que el General Luna era el alma de la victoriosa resistencia de las fuerzas armadas de aquella República Filipina frente al ejército invasor de Estados Unidos. Al lograr el asesinato a traición del General Antonio Luna, el ejército de aquella primera República Filipina se desmoralizó y se debilitó de hecho hasta perder la guerra armada que se les impuso a traición el nuevo invasor que supuestamente vino para liberarles del “yugo” de España.

Doña Rosa bien se daba cuenta que el sistema de educación pública que los neocolonizadores usenses empezaban a imponer sobre la desprevenida e incauta juventud filipina era parte de su estrategia de invasión y conquista militar. No creía para nada, en la propaganda usense, cuando ésta decía que Estados Unidos vino a las Islas Filipinas para liberarlas de España.

A diferencia de sus incautos y esclavizados paisanos de hogaño, Doña Rosa bien sabía, y muy de antemano, que la imposición del inglés no tenía otro fin mas que controlar de forma acabada la mente filipina y explotar a su gusto y place todos los recursos económicos del pueblo filipino, como de hecho viene demostrándose en el tiempo presente.

DOÑA ROSA Y JUNTAS LOCALES DE DEFENSA

Doña Rosa Sevilla de Alvero no vivía ajena al Decreto Juntas Locales de Defensa, redactado por Apolinario Mabini y firmado el 13 de agosto de 1899, por el Presidente Emilio Aguinaldo para el conocimiento general del pueblo filipino. Las palabras de ese decreto reverberarían en la mente de Doña Rosa Sevilla de Alvero cuando, como la filipina heróica que era, condenaba como torpe y dañina la brutalidad de imponer a la fuerza el inferior, por antifonético, idioma inglés.

Dice el decreto referido:

“En la presente guerra contra las fuerzas americanas, no nos queda a los filipinos otro recurso sino defender a todo trance nuestra vida y nuestro hogar.

"Ceder sería entregarnos locamente a la merced de sus fusiles y cañones que no repetan la honra ni la propiedad y matan bárbaramente a mujeres y a niños.

"Manila es testigo de los más horrorosos atropellos: allí se han confiscado los vehículos, animales y ahorros de las familias invocando por única razón la guerra.

"Ellos declararon la guerra a España so pretexto de libertar a los pueblos oprimidos por ésta, y hoy esos mismos pueblos gimen esclavizados por la fuerza bruta.

"Han venido a título de campeones y libertadores, secundando nuestros esfuerzos en pro de la libertad, y después que los hubimos ayudado contra los españoles, se han aprovechado ellos sólos del fruto de la victoria.

"En manifiestos y proclamas han venido publicando que no deseaban otra cosa sino nuestra libertad, como nos han asegurado en la última conferencia donde nos dijeron que no habían de provocar un rompimiento con nosotros.

"Y habéis visto que cuando estábamos más descuidados, nos atacaron de improviso, bombardeando inhumanamente nuestros caserios de nipa, saqueando las casas y apoderándose de nuestro dinero y alhajas e inutilizando nuestras provisiones y cuanto fuera útil a la vida que no les sirviese a ellos; ---todo esto con el objeto de implantar aquí una dominación más irritante, más bárbara que la anterior, y hacerse dueños absolutos de este rico patirmonio de nuestra raza.” Juntas Locales de Defensa, Malolos y Manila, a 13 de agosto de 1899. Tomado de las Memorias de la Revolución de Apolinario Mabini.

SE OPONEN A LA TÉSIS DE DOÑA ROSA

La extensa tésis doctoral de Doña Rosa Sevilla de Alvero fue prefaciada por pedagogos y escritores filipinos en español. Estos pedagogos y escritores, sin embargo, ya parecían haberse rendido, muy a diferencia de Doña Rosa, al invasor usense, pasando a tientas al campo del enemigo por intimidación, temor o por razones de pura supervivencia.

Nos referimos a Rafael Palma y a Jorge Bocobo, que sirvieron de presidentes de la University of the Philippines, fundada en 1908 por el aludido gobierno de invasión y de ocupación militar usense.

Dicho gobierno de invasación adoptó luego, y para su propia supervivencia en estas islas, una engañadora política de semi-benevolencia que puso en ejecución una sutil guerra de genocidio cultural y lengual en contra de los mismos filipinos.

Esta guerra de genocidio cultural y económico se hacía mediante el sistema educacional que luego imponía obligatoriamente el lenguaje inglés a costa del mismo contribuyente filipino.

EL INGLÉS ENTORPECE A LOS FILIPINOS, DICE DOÑA ROSA

Tras evaluar muy cuidadosamente los supuestos fines benévolos con la implantación del sistema de educación pública y el resultado que dió, (y sigue dando destructivamente) dicho sistema, y tal como lo aquilató luego, en 1925, la encuesta Monroe, o la Monroe Educational Survey of the Educational System of the Philippines Islands, arrancó de Doña Rosa las siguientes concluciones:

“Y en efecto, el lenguaje inglés usado como medio de instrucción en Filipinas, entorpece en gran manera el desenvolvimiento intelectual, moral, político, económico y hasta social de los estudiantes filipinos y es una rémora que obstruye la formación de su carácter y de su personalidad. (Página 39, Capítulo II, Critíca Sobre el Sistema Educaional en Filipinas, Manila, Imprenta de Santo Tomás, 1936).

Por otro lado, no se debe olvidar que el sistema de escuelas públicas supuestamente organizado en el país por los misioneros Protestantes de Estados Unidos o los que son los sectarios WASP, fue, de hecho, un varniz costoso sobrepuesto por encima del anterior sistema de educación pública establecido por el gobierno español de Filipinas por el Decreto Educacional de 1862 expedido por la Reina Isabel II de España. Pero, cuando los usenses y sus lacayos, los despistados ‘pinoyes’, escriben y enseñan la historia de la educación en Filipinas, siempre dan a entender que el anterior sistema español de nada valía, cuando éste es el mismo sistema que produjo a los patriotas intelectuales filipinos de los 1900.

Los actuales educadores de filipinas, no admiten que el uso del inglés como medio de instrucción obligatorio es el primer error que frustra todos los objetivos de lo que debiera una educación cabal y no-costosa para la inmensa mayoría de los niños filipinos del tiempo actual. En aulas de 50, 70, 100 y hasta 150, tal como se ha publicado en la prensa tan solamente unas dos semanas antes a esta parte, el uso del inglés es un ejercicio en la futilidad cuando no en la imposibilidad.

Si se enseñase todo lo que se debe enseñar en tagalo, o en cebuano, o en ilocano, en vez de en inglés obligatorio, el niño filipino se enteraría de algo siquiero. Pero tal como está la situación de grandes clases y maestros que tampoco son modelos de idioma inglés, seguir con esta práctica costosísima para el contribuyente filipino como para los padres que pagan matrículas altas y los niños que tantas atenciones necesitan es todo un genocidio en contra de los filipinos. Un genocidio educativo y cultural, amen de social, que viene disfrazado de "educación".

Mientras no se enderece esta situación quitando el inglés como medio de instrucción en todos los niveles de educación primaria y secundaria, amen de terciaria, la educación en Filipinas siempre será un mito para la inmensa mayoria de filipinos que en su 90% son pobres e ignorantes por perderles el tiempo con lecciones de inglés. Es solo la élite, o el 10% de filipinos el que cabalmente hace uso del inglés porque se les obliga a hacerlo por ley. Pero, todo esto es una rémora al progreso económico y social al que la generalidad del pueblo filipino es acreedor por derecho.

TIRANIZANDO AL NIÑO FILIPINO CON EL INGLÉS

En cuanto a las razones que llevaron a Doña Rosa Sevilla a la conclusión devastadora que inevitablemente tuvo que formular, las explicaciones y el análisis que ella misma nos ofrece demuestran ser luminosamente aleccionadoras. Continúa:

“Porque el niño filipino tiene la desgracia de tener que hacer el ingrato trabajo de adquirir sus ideas a tientas, como un ciego, a través de los laberintos de un lenguaje para él totalmente desconocido; y precisamente en los primeros años de su educación, cuando sus facultades necesitan el sostén de un idioma conocido para despertar su atención, para avivar su curiosidad y para mantener su interés con el menor gasto y fatiga posibles para sus facultades todavía incipientes y poco aptas para tanto esfuerzo; por lo que se agostan y se malogran en flor sus mejores aptitudes en la época más feliz para la educación que es la infancia.”

“El niño necesita claras percepciones é ideas precisas de las cosas por medio de un lenguaje familiar y conocido para él. De otro modo, los primeros conocimientos que han de servirle como base en la formación de su carácter, como individuo y como pueblo, no tendrán consistencia porque faltaría la cualidad más precisa, la claridad. Sus ideas serían vagas é inexactas, sus juicios imprecisos é incorrectos, sus razonamientos defectuosos y erróneos y sus voliciones carecerían de firmeza y determinación.”


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Filipinas (1898-1946): El Drama de la Re-colonización
De http://www.geocities.com/kaibigankastil/drama.html
Agustín Pascual

En 1898 Filipinas, tras más de tres siglos de administración española, no necesitaba una nueva colonización. Los filipinos de finales del XIX ya habían luchado lo suficiente por la independencia de su país. Ya tenían los dirigentes económicos, culturales, políticos y militares necesarios para afrontar las necesidades de un Estado moderno. No necesitaban que una nueva potencia extranjera, los Estados Unidos, viniera a sustituir a España.

Hubo ingenuidad por parte filipina al pensar que Estados Unidos iba a ayudar a cambio de nada. Podemos imaginar la decepción de la élite filipina cuando, tras el combate de Cavite y la rendición española, los norteamericanos no permitieron que el ejército filipino entrase en Manila

Pero la actitud norteamericana no era nueva: primero se extendieron hacia el Oeste de norteamérica a costa de México (país al que arrebataron la mitad de su territorio). A la vez pusieron los ojos en Cuba. La guerra contra España la aprovecharon para continuar su expansión. No fue una ayuda gratuita a cubanos y filipinos. Incluso el pacífico Puerto Rico fue invadido.

Cuando los españoles llegaron a Filipinas en el s.XVI no existía un país. Había siete mil islas, sobre las que vivían muchos pueblos diferentes gobernados por multitud de reyes, enfrentados unos a otros. Así, cuando Lapu Lapu combate contra Magallanes, no lo hace contra los españoles, sino contra los aliados de Humabon, rey de Cebú. Lapu Lapu luchó contra la invasión de Mactán por parte de Cebú. No podía luchar por otra cosa. Para él su país, su reino, era Mactán, sólo Mactán .

Durante más de trescientos años, los habitantes de las islas fueron "unificados" al depender de la misma Administración, al ser evangelizados por frailes procedentes del mismo país e, incluso, al luchar contra los mismos colonizadores. La presencia del "kastila", la aceptación del mismo o la lucha contra él, unificó a pueblos hasta entonces enfrentados entre sí.

En 1898 los nacionalistas de las islas luchaban por un mismo fin: un Estado independiente cuyo territorio fuese el, hasta entonces, ocupado por España. Estados Unidos podría --y debería-- haberse conformado con obtener de Filipinas una compensación económica por la ayuda prestada. Incluso con la cesión gratuita de algún puerto para su flota de guerra y comercial (Subic, por ejemplo). Pero no fue así. Impidió a los filipinos hacerse cargo de su propio país, obligandoles al inicio de una dura, durísima, guerra.

En lo cultural, el español --dentro de su escasa extensión-- era la lengua común para todos los filipinos. Cada pueblo conservaba su propia lengua y el español servía a todos. Por eso Rizal escribió tanto en español. Por eso la primera Constitución filipina se redactó en español. Por eso el himno nacional filipino (la "Marcha Nacional") se cantó en español. Por eso, incluso en los treinta primeros años del XX, el español era la lengua de los comunicados de muchas asociaciones filipinas, las de ex-combatientes entre ellas (1).

Los norteamericanos alejaron del poder político, militar, económico y cultural a los primeros dirigentes filipinos, porque la cultura de éstos era española. Y tuvieron que dedicarse a formar en inglés a otros filipinos, a filipinos que admitiesen su invasión.

Para Filipinas la situación fue traumática. La intelectualidad de la época, si quería llegar a sus propios compatriotas (las nuevas generaciones eran educadas en inglés) tuvo que ir abandonando el español, o resistir en él, cada vez más aislados.

¿Cuantos periodistas, escritores y políticos filipinos son hoy desconocidos en su propio país, porque el filipino de hoy no sabe español? ¿Cuánta sabiduría, cuántas historias del pasado, cuantas enseñanzas de aquellos primeros filipinos, necesarias para el mejor vivir de los filipinos de hoy, se han perdido por perderse el español en que fueron escritas? ¿Cuánta falta de conciencia nacional filipina, de saber dónde se está y a dónde se va, se debe a no poder leer a aquellos filipinos de finales del XIX y principios del XX?

Fue el drama de la re-colonización. El empezar de cero cuando se llevaban más de tres siglos sentando las bases de un presente truncado en 1898.

(1) Véase, por ejemplo, "Bicolano Revolutionaries", de Evelyn C. Soriano (Manila, 1999) -Muy interesante el trabajo http://de.geocities.com/hispanofilipino/Articles/Talante.html "Character of the Spanish presence in the Philippines" de Edward Gaylor Bourne, Universidad de Yale, 1902. Recogido, en español e inglés, por José Ramón Perdigón (Filipinas) http://mozcom.com/~perdigon


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Filipinas y Latinoamerica
Paul Pérez


Cuando se fundó Filipinas como ente oficial bajo la corona española, los habitantes de este archipielágo se enteraron de la existencia de todo un mundo de seres humanos fuera de su ámbito asiatico poniendo Europa en la psique filipina dándole el acento a España. Para la mayoría de los Filipinos, tenían un rey lejano lo cual estaba representado por sus delegados en las islas. Y durante casi cuatro siglos, el Filipino urbanizado ha vivido bajo el yugo ibérico y haciendose casi una copia de sus amos extranjeros, cosa que perdura aun hoy día. Con excepción del caso de México, que, por razones de dependencia del virreinato de Nueva España y de un puñado de soldados Méxicanos (los Guachinangos) en Luzón, no existía ningún contacto entre este y las demás colonias americanas.

Durante la colonización estadounidense, esta posible vinculación filipinas- latinoamérica fué otra vez ignorada por los filipinos ya que por muchos de ellos, se les fue impuesto una nueva cultura. Este cambio de amos, europeo por americano fué tan brusco que, los Filipinos no pudieron ni siquiera tener el tiempo para hacer ajustes frente a la nueva situación. Y muchos otros acontecimientos sucedieron hasta 1947, año en el cual Filipinas pudo, por primera vez en su historia, implicarse como miembro de estados soberanos en el mundo.

A partir de ese momento, empezamos a abrir nuestras embajadas en el extranjero tanto como los extranjeros abrieron sus embajadas en el archipiélago. Lamentablemente, el ex-amo yanqui, aún contaba con muchos efectivos tanto militar como comercial y Filipinas tenía que continuar la relación que había empezado al principio del siglo XX con los estadounidenses. Una vez más América-latina se vío relegada a algo de menor importancia.

Actualmente, la presencia española en Filipinas se nota cada vez más en facetas de la vida cotidiana ya que el gobierno filipino junto con el gobierno español firmaron tratados y acuerdos comerciales para la promoción de productos y servicios españoles. Tambien se debe al hecho que España ha ingresado a la comunidad europea y esto le ayuda o quizás le obliga a extender su influencia tanto comercial como cultural. Filipinas por razones de sus vinculaciones con España que datan desde 1521, entra en la mira de su ex-amo europeo para que este tenga no sólo un mercado ya conocido sino tambien como una base asiática de la cual se podrían lanzar empresas españolas en otros mercados asiáticos.

Debido a lo que está pasando en el mundo del comercio, los hermanos latinoamericanos así como los filipinos deben empezar a tener vinculaciones más estrechas para ayudarse económicamente, sobre todo en Asia que es el mercado más grande que el planeta jamás ha visto, Filipinas puede servir ya que la cultura hispana la une con el resto de latinoamérica puerta de entrada o base para los países latinoamericanos. La población del sureste asiático es casi la mitad de la población mundial. En China, por ejemplo, para abastecer las necesidades agroalimenticias es enorme, sin tomar en cuenta ningún otro factor y fácilmente se podrían vender estos productos provenientes de Argentina, Brasil, Chile y Venezuela y los demás en cambio de electrodomésticos y/o textiles y sus derivados o cualquier otro producto que vale mucho dinero si proviene de los Estados Unidos o Europa.

La globalización bien pensada es positiva cuando no hay intermediarios, si es posible, ni obstruccionistas, y los países con menos recursos financieros puedan negociar directamente con otros países y dan por resultado intercambios más eficaces y más económicos.

Urge la creación de un bloque económico latino de mucho más amplitúd e importancia que el Mercosur donde los productos de los países miembros pueden circular personal y material sin los problemas ocasionados por fronteras. Este bloque podrá vender y comprar directamente de los mercados de Asia para contrarrestar los bloques anglosajón y europeo para evitar que los miembros se vean aíslados por estos bloques importantes y así Filipinas serviría como baluarte asiático de este bloque.

El futuro nos es prometedor si nosotros actuamos con anticipación. Formando este bloque es una manera de asegurar el futuro de Filipinas y Latinoamérica. Juntos, seremos capaces de servir nuestros países de manera más justa y ciertamente más eficacazmente sin depender de las instituciones financieras de los países desarollados, que por capricho o con motivo, nos controlarían.

Para explotar nuestros puntos comunes y a partir de ello desarollar todo una industria para este mercado enorme.En cuanto se trata de la cultura hispana, Filipinas tiene mucho que ganar haciendose ver más en América-Latina porque este país necesita involucrarse más en el diverso mundo latino. Tanto la literatura como la música, estos son factores muy parecidos al pensamiento filipino. Lo que sería un mercado enorme para nuestras películas y música presentadas en castellano o portugués. En lugar de saturarse de la música anglosajona muy bien se podría escuchar más música y ver más películas que vienen de los países hispanoparlantes o lusoparlantes.


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Los Universitarios Filipinos Residentes en Madrid en los Años 60
Tony P. Fernández


Han pasado muchos años desde que estuve en España, pero aún tengo grabado vívidamente en la memoria aquellos años que viví en Madrid, entre juergas y estudios. Allí pasé en los años 60, mis días más felices. Madrid, la “capital del mundo” como solían decirnos los madrilènos, llegó a ser mi barrio hasta conocer el más recóndito rincón de esa bella ciudad llena de cultura, de folklore e historia. Son recuerdos que me acompañan siempre.

En Madrid, me sentí como en familia. Me tuteaba con porteros, taxistas, camareros, con vividores nocturnos, con los universitarios filipinos, con los colegiales del Instituto de Cultura Hispánica, y con profesores de universidad. En fin, me hice amigos, al que todavía guardo un vivo afecto. Recordar aquellos tiempos idos, de volver al pasado, es para mí un exultante recuerdo, es, como dijo el poeta filipino Manuel Bernabé: “Cualquier tiempo pasado, fue major.”

Cuando me marché de Filipinas camino a España, yo me puse triste agravado por el recuerdo de dejar mis queridos seres en Manila. Cuando el avión aterrizó en Madrid bajo un cielo claro y esplendoroso sentí una gran alegría de pisar por primera vez tierra española, pero al mismo tiempo sentí también un vacio. Yo miraba a mi alrededor y solo veía un mundo nuevo, un mundo diferente. Y me sentía solo. Allí no estaba mi querido padre, que era de origen español, ni mi madre, ni mis hermanos, ni mi abuelo, un sevillano que emigró a las Islas Filipinas para hacer allí una nueva vida y prestó servicios militares en las operaciones de guerra contra los moros en la isla de Mindanao.

Así pasé mi primer día en Madrid, sintíendome solo. No sabía por qué, pero pensaba en la felicidad de mi casa en Manila. Durante mi estancia en el Colegio Mayor de Guadalupe donde me hospedé, mis compañeros me consolaban a que no me ponga triste. Todavía me resuenan las palabras de un colegial: “ ¿Qué te pasa moreno? Es normal, José Antonio, es tu primer día en España.” Pero para mí era pura tristeza.

Al día siguiente volví a la realidad. Y poco a poco me encontraba a gusto en el colegio. Durante la comida, hablé con varios compañeros, entre ellos mis compatriotas filipinos. Había superado un poco mi tristeza, y dejaba de pensar mucho de mis padres, lo cual indicaba que me estaba haciendo un alumno más del colegio.

El Colegio Mayor Hispamericano Nuestra Señora de Guadalupe, localizado en la calle Séneca, Ciudad Universitaria en Madrid, siempre tendrá un especial rincón en mis recuerdos. El colegio mayor era nuestro ‘cuartel general’ donde se hospedaban colegiales españoles, hispanoamericanos, filipinos, y incluso estudiantes de diferentes nacionalidades..

Además de crear lazos de hermandad y de convivencia entre los residentes, el Colegio Mayor de Guadalupe desarrollaba durante todo el año escolar, una extensa y completa vida cultural, repleta de conferencias, charlas, coloquios y múltiples actividades que, sin duda, enriquecieron a sus residentes del colegio para que salgan con una amplia visión de la sociedad a la que pertenecíamos, debido al intercambio de ideas, conocimientos y de experiencias.

Durante los días siguientes, observaba a mis alegres compañeros camino a clase en el Instituto de Cultura Hispánica. Las caras de esos compañeros empezaban a hacerséme conocidas. Y poco a poco empecé a entablar muchas amistades, a tener muchos amigos a quienes yo todavía recuerdo con el más hondo afecto y entrañable amistad.

Al cabo de unas semanas, salí andando para recorrer las calles de Madrid. Hombres y mujeres de todas las edades transitaban de prisa por todas las calles y avenidas cargando el ambiente con el bullicio de una gran metrópoli con sus salones de moda, almacenes, oficinas y bancos instalados en altos y modernos edificios en la amplia avenida de la Gran Vía con sus cafés y restaurantes, como el Manila Café y el Bar Chicote. Ví también la famosa Puerta del Sol, la atracción del forastero. También pasé por el Museo del Prado, con sus hermosas pinturas y el favorito de los turistas. Entre vuelta y vuelta por el Prado he visto las pinturas de Velásquez y Goya.

Y siempre que podia asistía muy a menudo a las corridas de toros, obsesionado con el ritual de la muerte y la lucha entre toro y matador. Me divertía viéndolas. En realidad yo habia leido a Hemingway que escribió un libro sobre la fiesta brava.

Madrid me tocó el corazón. Naturalmente, como me decían mis amigos españoles, el paseo no ha de estar limitado visitando museos. Ha de incluir también bebiendo vino o ‘cañítas’ (cerveza) para matar la sed o para emborracharse. En fin, Madrid era una ciudad para ver y tocar, para gozar.

Eran aquellos tiempos mis más felices, sin embargo, antes que se pierdan en el olvido de quienes fueron aquella pléyade de jóvenes residentes de Madrid en los años 60, permetidme que concluya esta reseña, dando la lista de universatarios filipinos que aspiraban perfecionarse en sus estudios durante mi estancia en España. He aquí la lista:

ASOCIACIÓN DE UNIVERSITARIOS FILIPINOS RESIDENTES EN MADRID, ESPAÑA (Circa 1960)

1. Rodolfo de Guzman

2. Antonio Huertas

3. Edmundo Farolán

4. Hernando Soberano

5. Máximo Garchitorena

6. Jaime Bulatao

7. German Montenegro

8. Ruperto Eltanal

9. Victor Dimaisip

10. Arthur Salazar

11. Félix Imperial

12. Victor Kramer

13. José Castillo

14. Frankie Castillo

15. Alberto Barredo

16. Edilberto Alejandro

17. Marí Borso

18. Celestino Martínez Jr.

19. Tony P. Fernández

20. Noño Hernández

21. Joey Valdez

22. Pons Cosculuela

23. Tony Villamayor

24. Nandy Concepción

25. Lorenza Estrera

26. Diomedes Beltrán

27. Greg del Valle

28. Ric Collantes

29. Noel Otoza

30. Luis T. Castro

31. Mary Ann Cooper

32. Edelmina Liongson

33. Jimmy Bona

34. Agnes Inton

35. Bambi Locsín

36. Mila Lichauco

37. Olivia Azcona

38. Diomela Jalandoni

39. Marge Varona

40. Connie Varona

41. Menchi Uy

42. Tina Joaquín

43. Merly Argosino

44. Mila Suárez

45. Techie Ysmael

46. Becky Amoranto

47. Daisy Argosino

48. Margot González

49. Myra González

50. Chita Rosales

51. María Caridad García

52. Stella de León

53. Rosario de León

54. Beam de León

55. Lorenza de León

56. María Elena Roces

57. Nena Zulueta

58. Aurora Salazar

59. Rosita Mendoza

60. Chona Sala

61. Ruby García

62. Mari Carmen Lon

63. Liddy Los Baños

64. Tina García

65. Clotilde Villar

66. Tessie Joaquín

67. Lorna Roa

68. Carmencita del Rosario

69. Sonia Singson

70. Rosamarie Feliciano

71. Andrés Luna

72. Mila Loreto

73. Cielo Martínez

74. Elena Pasumbal

75. Menchu Coscullela

76. Ester Calvo

77. Diane Brown

78. Catalina Villanueva

79. Emma Abiera Dobso

80. Aurora Borja

81. Remedios Ortega

82. Angie Castro Lottie Alcalá

83. Judy Derotea

84. Sylvia Zaballero

85. Pacita Martínez

86. Marina Tayson

87. Marinita García

88. Loreto Nator

89. Violeta Rafael

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BOSQUEJOS
Edwin Agustin Lozada


EL ARBOL

pájaros de rubí sesteando
sobre los bastones desnudos
de un árbol por siglos muerto
pero como nadie le dijo
que ya había fallecido
sigue soñando
que todavía sigue vivo
en una montaña de nubes grises
navegando sin timón ni capitán
sobre temblorosos y vigilantes mares azules.

MALAGUEÑA

En el Cafe de Chinitas
le dijo Juan a su hermano:
mi fe es más grande que El Chorro
más fuerte que el Gibralfaro.

Mi canción yo te la ofrezco
oh Virgen de la Victoria,
porque aunque no lo merezco
a mí me has dado la gloria:
con este amor me enloquezco.

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