domingo, agosto 02, 2009

Revista Filipina (Tomo V N° 4 Primavera 2002)



REVISTA FILIPINA (ISSN 1496-4538)
--------------------------------------------------------------------------------
Una Revista Trimestral de la Lengua y Literatura Hispanofilipina
Tomo V N° 4 Primavera 2002
Director: Edmundo Farolán
--------------------------------------------------------------------------------

EDITORIAL

He tenido el gran placer de recibir una carta de un poeta hispanofilipino, Edwin Lozada, ubicado en California, EE.UU. Acaba de publicar su libro de versos en español, Sueños anónimos, y es verdaderamente refrescante saber que aún tenemos poetas hispanofilipinos. Publicamos tres de sus poemas en este número.

En el campo de la crítica, el Profesor Manuel García Castellón de la Universidad de Nueva Orleans, crítico hispanofilipinista, nos envía una introducción crítica de La Doncella Que Vivió Tres Vidas, un cuento corto de Adelina Gurrea, que tambén reproducimos aquí. Profesor Castellón, en un número anterior (Primavera 1998), contribuyó otro artículo sobre el novelista filipino, Antonio Abad.

Ya estamos en nuestro sexto año, y con tal que exista el interés y el apoyo de muchos de nuestros lectores, seguiremos con nuestra publicación cuya meta es publicar artículos sobre Filipinas, en particular, sobre la literatura y linguística hispanofilipinas.

Agustín Pascual, otra fuerza dinámica con su página Kaibigan Kastila, me invitó a Gijón para dar una conferencia. En estos momentos, estoy preparando mi viaja para España, el junio, para visitar también a nuestros amigos del Grupo Hispanofilipino: Alberto Hernández Miño en Barcelona y í en Berlin. Estoy en contacto también con Andreas Gallo, estudiante italiano de Venecia, que está preparando una tesis sobre la literatura hispanofilipina. Espero verle en Venecia el mes que viene para charlar con él sobre la poesía hispanofilipina.

Pues, amigos lectores, danzas y andanzas voy yo, al estilo quijotesco, porque, como dice el refrán, "la vida es un fandango, el que no sabe bailar es un tonto". Un colega mío Hamza Messari, de Marruecos, profesor de español, árabe y francés aquí en la Universidad Silesia donde enseño estos días, me habla siempre en refranes, al estilo del antiguo español, y cada vez que nos tertuliamos, me convenzo más y más que las raíces del ser español son arábicas. Pero, amigos lectores, eso lo dejamos para otro editorial. EF
______________________________________________________________________

La Doncella Que Vivió Tres Vidas [un cuento de Adelina Gurrea]
Introducción por Manuel García Castellón
[University of New Orleans, EE.UU.]

En su crónica Negros: Historia Anecdóctica de su Riqueza y Sus Hombres, Francisco Varona cita el nombre de los Gurrea como una de las familias vascas junto a los Aldecoa, Araneta, Camón, Lopetegui, Uriarte, Zuloaga, fundadoras del emporio azucarero que, a partir de 1840, surge en la isla visaya de Negros Occidental.

Allí, en La Carlota, nace en 1896 Adelina Gurrea. Fue enviada muy niña al pensionado de Santa Escolástica de Manila y, posteriormente, a otros colegios de la capital donde los estudios ya se cursaban en inglés. Tocada muy pronto por la vocación literaria, escogió el castellano como lengua de expresión, y en 1923 gana su primer galardón importante: el primer premio Casa de España en Manila, con un poema en honor al pacifismo de Alfonso XIII. Fue la primera poetisa de renombre que apareció en aquella Filipinas todavía hispánica, así como la segunda mujer nombrada miembro de la Academia Filipina de la Lengua (es decir, después de Evangelina Guerrero de Zacarías), lo que conllevaba el ser miembro correspondiente de la R.A.E.

Dirigió la sección literaria del rotativo manilense La Vanguardia, pero en 1921 deja Filipinas para seguir tratamiento médico en España. Escribe versos tardo-románticos y alejandrinos desde el Sanatorio de la sierra madrileña, pero pronto recibe la influencia de la poesía posterior al modernismo. Con el tiempo, su verso se torna ágil, breve, cantándole con expresiva sencillez a su paisaje de cocales, carabaos y volcanes.

Durante la guerra civil española, y desde la zona rebelde a la República, es corresponsal del diario bilingüe Tiempo /Times, de Ilo-Ilo, bajo el seudónimo "Juan de Castilla." Añorando siempre su patria filipina, y decidida a dar a conocer sus valores literarios, en 1950 funda el Círculo Filipino, donde editaría algunas obras de autores paisanos. En 1951 obtiene el Primer Premio del Certamen Internacional de Literatura de la Unión Latina de París con su libro Cuentos de Juana. Narraciones malayas de las islas Filipinas, que la misma Organización publicara tres años antes con simpáticas ilustraciones del dibujante filipino Luis Lasa. En 1954, también en Madrid, alcanza su madurez poética con su libro A lo largo del camino, prologado por Federico Muelas y, un año después, merecedor del premio de la Fundación Zobel de Ayala. En 1964, la entonces prestigiosa Editorial Doncel, de Madrid, le premiaba su libro infantil Comodín y Pamplinosa. Tras esto publica los poemarios Más senderos (1967) y En agraz (1968).

Escribió también dos comedias: Fortalezas y Brumas y voces, hoy muy difíciles de hallar. Al parecer también dejó inédita una novela histórica, basada en la gesta magallánica.

Los Cuentos de Juana, obra que la autora dedicó a su padre por haberle éste inducido el amor a las letras hispánicas, muestran toda la madurez literaria de la autora, quien da a veces la impresión de anticiparse a realismos mágicos. La técnica extrapola cuentos inspirados en el folklore nativo, o bien historias reales en un ámbito autobiográfico de memorias de infancia. La narradora dice haber oído sus relatos míticos de boca de una fiel y cariñosa sirvienta visaya, allá en la hacienda azucarera de sus abuelos. Habla de los poderosos y maléficos tamaos de Filipinas, duendes que habitan en el interior de grandes troncos de árboles y que se aduelan de cuerpos y voluntades. Habla también de la morisqueta, el arroz cocido que sirve de base a la alimentación del pueblo, así como de las tareas domésticas, etc. En suma, los cuentos de Juiana contienen muchas e interesantes referencias a aquella cultura entrañablemente mestiza, pero sin cargar el texto.

El relato que de dicha obra extraemos y aquí damos a los lectores, "La doncella que vivió tres vidas," alude a un tema de la mitología filipina. El tamao, esta vez rapta doncellas con ánimo de estuprarlas y esclavizarlas para siempre. Éstas, aun en la posibilidad de ser liberadas por algún ritual de conjuro, quedan para toda la vida fijadas en un mísero estado de estupor. El efecto de la posesión erótica por parte del tamao se asemejaría, al parecer, a un estrago cerebral causado por opiosis.

Al entretejer elementos de la cultura malaya en sus cuentos, facilitando a la vez la debida explicación a pie de página, Adelina Gurrea parece haber heredado la tradición de costumbrismo "propagandista" de Pedro Alejandro Paterno, primer novelista filipino. Éste, como se recordará, en su novela Nínay se dirige a una audiencia peninsular a fin de hacerle saber que, en una tierra vinculada a España, hay una riqueza etnofolklórica digna de ser comunicada por el filipino patriota y valorada por la crítica universal.

A pesar de cierto espíritu paternalista que la crítica postcolonial de hoy reprobaría, la autora de los Cuentos de Juana hace notar que las relaciones interraciales y laborales no siempre fueron perfectas. En uno de los episodios se nos hace ver la villanía de un patrono mestizo que, acuciado de una avidez productivo-capitalista, se empeña en roturar ciertas tierras infestadas de malaria, importándole poco o nada la salud y la vida de los jornaleros. Tampoco faltan las alusiones al duro trato disciplinario infligido al nativo en las haciendas, así como situaciones de virtual esclavitud.

Con todo, desde sus condicionantes de clase, la autora deja ver que, para el alma del niño criollo y terrateniente, hay un proceso de indigenización que se lleva a cabo a partir del contacto con los sirvientes (algo que García Márquez explota años después en su novela Del amor y otros demonios). Con el trato de Juana, quien ha adquirido un estatuto casi-parental, el niño forma su mundo de querencias, creencias, adhesiones a la tierra... Es decir, lo ancestral filipino pasa a formar parte importante de la síntesis cultural. En tal sentido, los Cuentos de Juana no sólo pueden leerse como documento social, cultural o folklórico, sino también como manifiesto del amor de la autora por la integrante malaya de su ser.

La crítica española de la época alabó cumplidamente el libro de cuentos de Adelina Gurrea. Ángeles Villarta, en Domingo (Madrid) se refería a la amenidad de la lectura, a su sencilla poesía que, no obstante, "se filtra y domina de forma poderosa." Miguel Pérez Ferrero, en La Voz de España (San Sebastián) alababa a una autora que escribía "temas de gran interés, sin pretensiones." Juan Antonio Cabezas, en el diario España (Tánger), decía que el encanto y el exotismo estaban logrados "con la menor cantidad de efectismos retóricos," y que "como en las primitivas narraciones de los poemas homéricos, hay en estos cuentos dos órdenes de personajes; los humanos y los míticos." El notable crítico Melchor Fernández Almagro, en el Diario ABC de Madrid, afirmaba que el libro acreditaba en la autora "un fino y eficaz sentido respecto a la ardua modalidad que cultiva. El cuento, como género, en esto es un germen de novela.

También suele tener no poco de poesía, de pequeño poema. Tal concepto lo realiza Adelina Gurrea con observación y fantasía matizados por su femenina sensibilidad." Por su parte, el célebre Emilio Carrère, en el diario Madrid, decía: "Adelina Gurrea escribe en un estilo encantador, impregnado de olor de bosques fastuosos y milenarios y de sal de mares remotos. Estilo diáfano e ingenuo como para interesar a los niños; estilo viril y dramático, exuberante de color y de fantasía, para encadenar el interés de los mayores. Cuentos tan bellos por la fábula como los de Andersen. Con esto quiero decir que los cuentos de Juana merecen la gracia poética de ser universales. Cuando se termina el libro, el lector tiene los ojos fascinados y el alma hechizada por los genios vegetales, que pasan por las páginas con un temblor de prodigio. Cada uno de estos entes misteriosos, incomprensibles bajo los rascacielos, tienen una historia seductora. Adelina la ha contado en su libro con una fascinación poética imponderable. Con un estilo novelesco, rico en palabras y voces malayas que reverberan como gemas prodigiosas."

Tras una vida activa en favor de la causa hispano- filipina, pero siempre doliente por sus neumopatías, Adelina Gurrea falleció en Madrid en 1970. A quien esto escribe, el profesor Edgar Knowlton (emeritus de la U. de Hawaii), quien la conoció personalmente, la pinta como una elegante dama de amena conversación, espíritu y talante determinados, poseedora de un vastísimo saber sobre todas las realidades filipinas. Vivió lejos de sus islas, pero siempre haciendo gala de su exótica nacionalidad en prosa, verso y alma.

La doncella que vivió tres vidas
Cuento de Adelina Gurrea

Extraído de Antología de escritoras españolas, ed. de Isabel Calvo de Aguilar [Madrid: Biblioteca Nueva, 1954].

Juana me contó este cuento.

Es una historia de Filipinas, de la isla de Negros. Juana era una criada nativa que conocí en mi hogar desde que comencé a darme cuenta de las cosas de este mundo.

Por las noches, antes de acostarme, o en las siestas cálidas y soporíferas, mientras planchaba la blancura de las ropas tropicales, me contaba cuentos de reyes y princesas españolas, o bien los terroríficos de duendes malayos.
Entre estos duendes los había muy malignos, como el tamao, que al parecer era el que poseía más recursos y más poder que los demás. Y era también el más fastuoso, como se verá por su manera de vivir. Habitaba, y es de suponer que aún siga haciéndolo, en los troncos de los grandes árboles; pero dentro de ellos, por no sé qué poder infernal o, por lo menos, desconocido, se levantaban palacios magníficos con suelos de las más ricas y perfumadas maderas orientales. Las mesas eran suntuosas, con riquísimos manjares ordenados en hileras: arroz blanquísimo; insectos de los lagos, adobados con jengibre, vinagre y ajo; lechones de sabrosísimas carnes, porque fueron cebados con maíz tierno, verdolaga y caña de azúcar; la carne blanca del lagarto de río; la morena del jabalí, del venado y del murciélago gigante, y los pescados abiertos y desespinados que se curaron y casi se asaron sobre las piedras calcinadas por un sol abrasador.

Juana me contaba que los indígenas de Filipinas saben muy bien que el catar de cualquiera de los manjares de la mesa del tamao es la perdición, porque el ser humano deja su condición de tal y tiene ya que vivir como uno de la otra casta en su mundo escondido. Pero por eso también, cuando el tamao ambiciona la posesión de uno de los nuestros, presenta la tentación en sus manjares, que suelen tener un poder irresistible.

Dificilísimo es vencerse, porque además del atractivo natural del manjar, enanitos morenos queman hierbas embrujadas que despiertan los sentidos a apetitos irreprimibles, y aquellos que logran resistir quedan tan quebrantados por el esfuerzo que, cuando el tamao los devuelve a su mundo, apenas pueden hablar, si es que no quedan mudos y como alucinados para el resto de sus vidas.

El cuento que voy a relatar se relaciona con una doncella morena secuestrada por un tamao hercúleo que vivía en un gigantesco tamarindo. A esta muchacha, a los trece años la llevó su madre a casa de mi abuela, diciendo:

--Señora María, mi hija sabe ya lavar y hacer lampazo, y pronto aprenderá el panarapo, porque tiene el cuerpo valiente para trabajar. Si acaso me pudiera usted dar cincuenta pesos...

Como mi abuela era magnánima, no acostumbraba a regatear, y aunque la chica tenía muy poca edad para pagar con su sueldo tal cantidad, que periódicamente iría aumentando merced a la historia inventada de necesidades debidas a la muerte de parientes o de enfermedades imaginarias, le entregó los cincuenta pesos, porque la chiquilla parecía bien dispuesta.

Efectivamente, pronto sacaba el brillo a los pisos como ninguna. Y en cuanto al panarapo, nadie como Pinang dejaba las conchitas y los caracolitos que invadían las consolas y las mesas de mi abuela tan relucientes y nacarinos.

Era cariñosa en el trato. Su voz suave tenía réplicas de dulzura y timidez, aun cuando se la reprendiera, y no lloraba jamás delante de la gente. Por todas estas cosas, mi abuela le perdonaba las pequeñas distracciones, que a veces eran grandes, pues se abstraía ratos largos pensando en no sé qué problemas. Mientras, solían ocurrir grandes catástrofes, como pegarse la morisqueta o que el gato se llevase el pescado para el sinigang.

--¡Ah!, pero precisamente por eso de la abstracción nadie tan regular como Pinang para dar aire con el paypay, para pasar suavemente las yemas de los dedos por las plantas de los pies y, sobre todo, para rascar imperceptiblemente las espaldas con una manita de marfil que, para tal misión, pendía de la cabecera de la cama de su ama.

Y mi abuela sabía apreciar estas delicadezas, pues era toda una sibarita oriental. Por eso, cuando la deuda de la chica aumentaba, ya que a la madre, mujer de experiencia y lagartona, se le morían los parientes más de lo debido, el ama no lo tomaba en consideración y le largaba los pesos a la vieja, que se iba encantada pensando qué personaje iba a ser el siguiente en morir o en enfermar gravemente.

Y a los dieciséis años ocurrió el suceso del secuestro de Pinang por el tamao, cuando la familia de mi abuela y parte del servicio estaban pasando una temporada con unos parientes en el cercano pueblo de Valladolid.

Fue una noche en que el aguacero caía pesadamente sobre la vegetación. Un velo muy tupido y negro impidió asomarse a la luna. La ropa lavada dos días antes no había llegado a secarse, y la plancha hubo de hacer todo el trabajo. La orden de que no quedase una sola pieza húmeda para el día siguiente retuvo a Pinang y a Juana en la tabla de planchar, hasta las doce de la noche. Habían echado carbón vegetal hasta tres veces en las planchas. A aquella hora, Juana dormitaba en un ángulo de la cocina, mientras Pinang terminaba de doblar la rigidez almidonada de la última camisa de mestiza. Hecho esto se llegó hasta la ventana y tiró los residuos del carbón quemado al exterior.

En este momento Juana oyó un grito agudo de la muchacha y al abrir los párpados vio que el cuerpo de Pinang se volcaba por encima de la ventana, trazando con las piernas un semicírculo en el espacio. Una ráfaga de aire gimió lastimosamente.

Juana cogió el farol de petróleo que les había estado alumbrando y lo elevó sobre su cabeza, fuera de la ventana.

--Pinang, Pinaaaang!-- repetía Juana cada vez con más fuerza.

Pero aunque había parado de llover, sólo se oía el fuerte sisear del viento entre la exuberante vegetación. De pronto, el farol iluminó el tamarindo gigante. Una de sus ramas se quebró, desgajándose, y Juana pareció escuchar un gemido humano. Esto la alentó a seguir llamando y a bajar cautelosamente la escarpada escalera de bambú sin barandilla que usaba el servicio.

A medida que descendía se fue apoderando de ella el temor. Jadeaba. Un sudor frío humedecía su piel. Era la una y toda la casa dormía.

Decidió entonces despertar al criado, quien dormía en el otro extremo de la casa. Éste, al saber de qué se trataba, se afligió de manera especial.

Y la aurora, y el huracán cansado ya, y la luna, que atisbaron a ratos por entre las rendijas de los nubarrones, les sorprendió a ambos con los ojos ávidos de percibir una forma humana por entre el follaje y con una llamada angustiosa en los labios:

--Pinang, Pinang!

Salió el sol anunciando desesperanza. Se sentaron al borde de un canalillo, debajo de un gigantesco árbol de kabiki.

--No hay remedio --gimió el criado. --Es el tamao, el tamao que se la ha llevado. Tanto como yo la quería!

--No lo sabía-- replicó Juana con cierta sequedad.

--El buen Dios y yo lo sabíamos. Mi esperanza volaba por el mundo, y era esta risa de mi corazón lo que hacía sospechar a las flores, y a las estrellas, y a las cosas, la existencia de mi pasión. Pero ahora, ahora ya no hay remedio: el tamao no devuelve a las mujeres que se lleva, porque aunque retornen ya no son mujeres para nosotros los hombres. Tienen que vivir otra vida, su tercera vida.

--¿Sufre?--preguntó Juana.

--Ahora está viviendo su segunda vida, resistiendo o cediendo. De todas formas, es un sufrimiento. Si resiste, porque las tentaciones son fuertes y el tamao tiene medios poderosos para rendir a sus víctimas; si cede, porque el recuerdo de su primera vida, de los seres que quiso y a quienes tuvo que dejar, la inundan de una desesperada tristeza. ¡Ay, Pinang, pobre Pinang!

El aire meció suavemente las ramas del copudo kabiki, y una lluvia de estrellitas de marfil viejo cayó sobre las cabezas de los dos servidores.

--Quizá nos esté oyendo-- dijo Felipe con tristeza.--Aunque nosotros no la veamos, ella puede vernos y escucharnos, pero no hablarnos. El tamao es cruel.

Y bajando la voz, ronca por el llanto que quiere brotar y se le pone un dique, continuó:

--Quizá también se esté enterando de toda la ternura que para ella escondía mi alma. Quizá sabe ya que la quiero; quizá me esté queriendo ella, y yo nunca lo sabré.

El sol ya trepaba por las nubes que dormían en el horizonte y la brisa húmeda esponjaba el follaje. Las campanas de una iglesia empezaron a tocar a misa.

Vueltos a casa, y muy entristecidos, le contaron lo sucedido a Bucio, el viejo cocinero. Éste dijo:

--No cabe duda. Es el tamao. Pero vamos a ver si lo amedrentamos y nos la devuelve.

Y sacó de la vaina de madera ancha y aplastada que pendía de su cintura el gran talibong que llevaba siempre consigo para defenderse y para cortar leña menuda.

--¿Qué vas a hacer?--preguntó Felipe temeroso.

--Ya lo verás.

Entre tanto, regresó mi abuela, y Juana fue entonces a contarle lo de la desaparición de Pinang. La señora escuchó el relato de Juana con muestras de gran incredulidad.

--Juana, eres tonta de remate. Tú te quedaste dormida en la cocina mientras Pinang terminaba de planchar, y no te diste cuenta de su escapatoria. Pinang debía demasiado, y su madre sabía que ya no podía ni pagar ni sacarme más dinero. Y prefirió liquidar la cuenta induciendo a su hija a huir. Es lo corriente, ¿no? Pero yo creía que Pinang nunca haría eso. Se equivoca una, Juana.

Juana porfió diciendo lo que había visto con sus propios ojos, hasta que el ama la cortó con autoridad:

--Bueno, Juana, no repliques más y vete.

La criada salió de la habitación, pero para volver al cabo de un par de minutos, pálida y presurosa:

--¡La vieja, señora! La madre de Pinang.

--Dile que entre. Si todo es una comedia más, esta vez la comedia va a terminar muy mal.

Mi abuela acompañó a la vieja hasta el balcón corrido. Desde allí vieron los exorcismos del cocinero en torno al gran tamarindo. Daba vueltas alrededor del corpulento árbol, talibong en mano, mientras declaraba con voz solemne:

--Si no devuelves a la muchacha te talaré dentro de tres días.

Al fin el cocinero se interrumpió y dijo serenamente:

--Basta ya. Dentro de tres días nos será devuelta la muchacha.

Y la vieja se mesaba los cabellos gimiendo:

--¡Ay, mi hija! ¡Ay, mi hija!

Ni el primer día ni el segundo trajeron la devolución de Pinang. Al amanecer del tercer día, Felipe no se sintió con valor de lanzarse al exterior y cerciorarse de la gran verdad. El chacón había cantado varias veces durante la noche, escondido tras la gran viga de madera que atravesaba su alcoba.

Bucio le dijo por fin que el rescate de la muchacha parecía muy difícil.

--Entonces, ¿qué piensas hacer?

--Lo que tú quieras, --contestó Bucio-- pero has de tener en cuenta que si cortamos el tamarindo morirá Pinang, a menos que el tamao la ame tan intensamente que prefiera perder su poder sobrenatural y se la lleve consigo a cualquier parte del mundo para vivir con ella.

Felipe jadeaba de celosa rabia. Su habitual mansedumbre se hizo desvarío, se convirtió en crueldad.

--¡Corta el tamarindo! --gritó-- Es preferible que muera. Todo menos que pertenezca al tamao. Y si la salva y él se torna hombre, lo buscaré y lo encontraré para llamarlo ladrón de mujeres y matarlo.

--Bien --replicó Bucio serenamente-- trae el hacha.

La trajo entre sus manos temblorosas y sobre la lividez de su piel.

Bucio la levantó muy alta y la dejó caer sobre el tronco centenario, pero al mismo tiempo que el golpe secó en la corteza se oyó un gemido de voz humana y en seguida un suspiro tristísimo y venido de lo más alto del árbol. Todos levantaron la vista, y allá, en lo más elevado, sobre tres diminutas ramas que no hubieran sostenido el peso de una paloma se hallaba Pinang, con el cuerpo al aire, agarrada a unos tallos, los ojos muy abiertos, hipnóticos, ausentes.

Juana comenzó a dar gritos, pero Bucio se llevó, en actitud hierática, el índice a los labios para imponer silencio, y trepó por el tamarindo seguido de Felipe.

La entraron en la casa desmayada, con una herida en el pecho, como un corte de arma blanca, sobre el punto mismo donde se tiene el corazón. Estuvo cinco horas sin volver en sí. Cuando abrió los ojos ya habían venido el médico y el cura. Éste la declaró poseída por el demonio y ordenó que la atasen con unas correas sagradas y que encendiesen a ambos lados de la cama dos velas benditas.

Pero a los pocos instantes las correas se desataban solas y las velas se apagaban. Cuantas veces se insistió volvió a suceder lo mismo.

El médico mandó que se le administrase un antiespasmódico. Ni él ni el cura pudieron hacer nada por ella.

Siguió viviendo automáticamente, sonámbula en todos los momentos, muda, con los ojos muy abiertos, hipnóticos, ausentes. Sólo cuando dormía, el subsconciente hablaba. Y Felipe, ávido de saber, la escuchaba y la interrogaba. Juana también la velaba y se enteraba de lo que decía.

--¡Qué blanca, qué blanca! ¡Y qué olorosa! --decía Pinang dormida.

--¿Qué cosa era blanca? --susurraba Felipe.

--La morisqueta.

--¿Y cuál era olorosa?

--La vianda. --Y sonreía.


--¿Comiste? --interrogaba Felipe con angustia.

--¡No, no, no! --gritaba aterrorizada. Y despertaba.

--¡Pinang, Pinang! --continuaba Felipe-- Pinang, habla, habla, cuéntame; quiero saber, necesito saber.

Pero Pinang, despierta ya, enmudecía con los ojos muy abiertos, hipnóticos, ausentes.

Alguna vez llegó a decir:

--No me acuerdo. ¿En dónde estoy?

Otra vez, dormida, balbuceaba:

--Me miraba. ¡Qué ojos tan grandes! Me pedía amor.

--¿Y tú se lo diste?

Tardó la respuesta. Y luego:

--¡Felipe! --murmuró Pinang con ternura.

Toda el alma del criado se vertía en la media vida de la muchacha y miraba sus labios con veneración, ávido de que siguiesen moviéndose, de que hablasen también en la consciencia.

--¡Felipe! --repitió ella más inefablemente.

--¿Qué más? --dijo Juana, viendo que Felipe no sabía ya interrogar.

--Me buscaba, lloraba... Yo también lloraba.

--¿Por qué no respondías?

--Yo oía, yo veía... No podía hablar más... Lengua de corcho me pusieron.

--¿Por qué llorabas? --gimió Felipe.

--Era fuerte, me vencía... ¡Y Felipe lloraba por mí!

--¡Pinang, Pinang! --llamaba el criado, para despertarla, para impulsarla a que siguiese hablando fuera del sueño.

Y entonces dijo ella, en la media luz del subsconciente:

--Iba a vencerme cuando el filo del hacha me hirió en el corazón. Mi sangre le hizo temblar y yo le escupí. ¡Malvado, malvado! Pero vino la luz, y Pinang despertó.

--¿Me quieres? ¿Me quieres? --repetía la locura de amor de Felipe.

Le respondió la mudez de siempre, aquellos ojos tan abiertos, hipnóticos, ausentes.

La tercera vida de Pinang fue una sombra continuada y alargada, como esas sombras de los ocasos. No era ni de este mundo ni del otro, al cual perteneciera durante su segunda vida, dentro del palacio que encerraba el tamarindo.

La señora María, mi abuela, la conservó en su casa por el cariño y la consideración que le tenía. Y allí murió joven, sin descifrarse el misterio de su secuestro.

Sólo quedó como testigo, a lo largo de los tiempos, la cicatriz que dejó el hacha en el tronco del árbol, perpetuación de la otra cicatriz sobre el corazón de la muchacha. Y cuentan que tanto el hacha como la herida del tronco se tiñeron de sangre aquella mañana, como si la savia de la carne abierta hubiera rezumado hacia el exterior del árbol. Y que todos los años, en el aniversario de estos sucesos, vuelven a teñirse de un color rojizo los bordes de la corteza sin cerrar.

Desde aquel año también, el fruto del tamarindo, que sus dueños ofrecían a mi abuela como especial regalo por su extraordinario dulzor, se tornó agrio, pero paulatinamente las hojas menudas y olorosas vanse tornando cada vez más amarillas. Y cuenta Bucio que eso se debe a que el tamao se está muriendo también lentamente. Quién sabe si es de amor por Pinang, la muchacha malaya, dulce y callada, que vivió tres vidas: su vida propia de niña y mujer; la otra, breve pero dolorosa en la lucha contra el amor de un duende, enmarcada por la magnificencia de un palacio encantado, y la tercera, sombra de ocaso que arrastró tras sí dos sombras más: la del tamao, marchitando su fuerza vencida en el amarillear del tamarindo, y la de Felipe, que ya no supo amar a ninguna otra mujer.

Así me lo contaron, y así lo cuento.

--------------------------------------------------------------------------------

Tres poemas de "Sueños anónimos"
por Edwin Lozada
| www.carayanpress.com

leyenda

El fuerte sol de la tarde
marchita la hoja amarillenta.
Lánguida, abandona
su árbol querido
y con suma delicadeza cae,
incierto su destino.

Ya casi al tocar
la vieja tierra,
se convierte
en una paloma.
Dorada y gloriosa,
empieza a subir al cielo.
Serenamente vuela y asciende.

De repente se pone
color de plata.

Súbete, sube
porque ya pronto anochece!

y la paloma plateada
se convierte en la luna.

el hechizo

Seductora es
tu fragancia,
jazmín
de la misteriosa noche.

Con sedosa ternura
acaricias
el aire sumiso
y ansioso.

Dulce es
el recuerdo que evocas.
Dulce es,
más aún,
el ensueño que provocas!

la flor del corazón

es una promesa
una esperanza
obsesión incontrolable
frenesí

un sol intenso
el universo

es perfume
es primavera
una sonrisa interna
un abrazo
un beso
una fantasía
un sueño
un engaño

un derroche de pasión
electricidad
un océano
un imán
unión predestinada

es suicidio
una ofrenda
una entrega incondicional

es un momento
una eternidad
es suspensión de tiempo

es abandono
una fuga
es amnesia
deseo sin fin

un hechizo
una tempestad potente
un ritmo arrollador

es iluminación
sabiduría
tesoro efímero

es tristeza
es felicidad
es locura
es cariño desmesurado
enfermedad divina

es egoísmo
generosidad
sacrificio
comprensión

es humildad
aceptación
obsequio inesperado

es paciencia
es impaciencia
ansiedad

a veces
es soledad insondable
parálisis
una maldición

es dolor
alivio
curación
paraíso escondido
salvación

es poder latente
fuerza sin límites
debilidad
delirio anhelado

es una revelación
enigma
cautiverio
liberación
renacimiento

es una causa antigua
inspiración celeste

es dulzura
armonía

es transformación
metamorfosis

es lluvia fresca
un arco iris

las alas de la vida

-----------------------------------------------------------------------------

"Consumatum Est"
por Guillermo Gómez Rivera


Inmediatamente después de que la defectuosa constitución Cory fue supuestamente aprobada, la Secretaria del DECS, Lourdes Quisumbing, nombrada por Corazón Aquino, expidió dos circulares, -----una con el número 33 y otra con el número 45----, enderezadas a descartar las unidades-horas con que se acreditaba la enseñanza de las cuatro asignaturas de español. La asociación nacional de profesores filipinos de español (CONAPE, INC.) encabezada por la Dra. Rosario Valdes de Lámug y con 3,000 socios registrados, presentó una demanda en contra del DECS (Departamento de Educación, Cultura y Deportes) ante el Tribunal Supremo, encabezado por Claudio Teehankee, padre, denunciando la mala fe por parte del DECS en unilateralmente suprimir las 12 unidades de la enseñanza del español sin antes consultar a los afectados maestros tal como el procedimiento judicial lo requiere.

La tiránica unilateralidad y la decepción por parte de los Coryistas ya había empezado desde la ilegal Comisión Constituyente dictatorialmente nombrada por Cory Aquino puesto que cuando se celebraron audiencias públicas sobre los idiomas que han de ser oficiales, no publicaron las fechas, ni las horas ni los locales en que se celebrarían dichas audiencias, a fin de evitar que los profesores de español o cualquier grupo hispanista del país, como la Academia Filipina correspondiente de la RAE, presentasen sus argumentos.

De todos modos, el caso presentado por la CONAPE, INC. (Confederación (hoy, Corporación) Nacional de Profesores Filipinos de Español, Inc.) fue registrado con el número G.R. No.78436.

La demanda consistía en demostrar la taimada violación que se hacía del nuevo artículo constitucional sobre la enseñanza electiva del español frente al árabe, ya que al quitar de dicha enseñanza sus unidades, la misma quedaba fuera del alcance de los alumnos que quisiesen aprender el español, o el árabe, o cualquier otro idioma estranjero. Después de todo, la disposición constituyente por la que se basaba dichas circulares ejecutorias del DECS dicen:

“El español y el árabe se promoverán de forma opcional y voluntaria.”(Párrafo 7, Sección 7 del Artículo XIV de la Constitutción Cory de 1986-87) Spanish and Arabic shall be promoted on an optional and voluntary basis”. (Paragraph 7, of section 7 of Article XIV of the 1986 Cory Constitution).

Pero el abogado del pueblo, ---solicitor general---, Francisco Chávez dio validez a un mero tecnicismo legal a las circulares de Lourdes Quisumbing en lugar de considerar el mérito mismo de la demanda. Mientras la demanda cuestionaba el derecho de Lourdes Quisumbing de “directamente enmendar la existente ley del español, siendo el DECS un departamento del ramo ejecutivo y no una legislatura”, lo que supuestamente se resolvió fue el derecho de la Secretaria del DECS de expedir una circular”…., aunque dicha circular enmendase toda una ley. Como si fuese que una circular de un departamento del ramo ejecutivo puede, de hecho, enmendar una ley de la República.

Por su parte, los magistrados del Tribunal Supremo nombrados por Cory Aquino no ampararon la razón de ser del idioma español en Filipinas a pesar de saber que los existentes códigos, civil y penal y sus comentarios, son de origen español y están originalmente escritos en ese idioma. De hecho, a pesar de conocer el idioma, fue el Tribunal Supremo, encabezado por Claudio Teehankee, padre, el que sostuvo el incorrecto enfoque de la tésis de Francisco Chávez sobre la demanda de los maestros de español. El Magistrado Claudio Teehankee, queda ahora recordado por el crimen de su hijo, Claudio Junior. Pues éste resultó condenado a cadena perpetua, en vez de muerte, por el asesinato de John Chapman y Maureen Hultman por motivos nebulosos que parecen incluir transacciones narcos..

Claudio Teehankee, padre, fue además el que administró el juramento y la cuestionable toma de posesión presidencial de Cory Aquino, puesto que al proclamarla presidente los votos de las elecciones “de súbito”, o snap, todavía no habían sido contados.

Con estas circunstancias de trasfondo, el Tribunal Supremo coryista encabezado por el mencionado Claudio Teehankee, padre, expidió una Resolución sobre el caso presentado por los profesores de español mediante CONAPE, INC., y archivado en dicho tribunal con el marbete G.R. Núm. 78436, el 26 de enero de 1988 otorgándola a la Secretaria del DECS la potestad de enmendar la ley de español con una mera circular de departamento. Dicha Resolución sin embargo interpreta la frase constitucional “shall be promoted” (se promoverá) como “shall be taught” (se enseñará) porque, según dicho tribunal, el mandato constitucional provisto en Sección 7 del Artículo XIV de la Constitución Cory de 1986-87 “se dirige principalmente a las escuelas”.

Pero, como ya lo señalamos, dicha Resolución, sobreseyó el caso de los profesores de español con un tecnicismo legal sin atender a sus mismos méritos. Y nos dicen que fueron los usenses los que trajeron “la democracia” y “la igualdad ante la ley, la justicia” a estas islas. También dicen que fue Cory Aquino la que “restauró la democraia” en Filipinas después del régimen dictatorial del Presidente Ferdinand E. Marcos. La disposición de este caso revela muy claramente la manera petulante e injusta en que el idioma español fue suprimido en este país durante el ruinoso y deceptivo régimen de Cory Aquino. De hecho, los oprimidos y violentados profesores y maestros de español tenían toda la razón al calificarlo todo como “la malvada conspiración”.

Sin embargo, son muchos de estos maestros y profesores de español los que viven sin cabalmente darse cuenta de que hay, en su país, una agenda en operación que va en contra de su patrimonio nacional, y, de forma muy particular, en contra de su herencia y lengua españolas.

De hecho, la soberanía de su país se ve atropellada cuando así lo quiere hacer el que sigue siendo su amo WASP usense. Y, este indigno atropello se hace posible porque dentro mismo de lo que se llama “Philippine government” los viles lacayos y esclavos de ese neocolonialismo WASP, que siempre señalamos, son los que ocupan los puestos claves por lo que convierten a todo el aparato gubernamental en nada más que una cuadra de marionetas que vilmente se someten a los injustísimos dictados de la potencia extranjera que es poco amiga de la lengua y cultura del pueblo Filipino.

Esta realidad, además, no solamente se encuentra en esta cuestión sobre el idioma español en Filipinas. Se encuentra también, y con la misma crueldad, en cuestiones que conciernen la economía de Filipinas porque condena al pueblo filipino a una explotación opresiva por ruinosa. Los maestros y profesores de español cuestionaron el derecho de la Secretaria del DECS, Lourdes Quisumbing, de expedir una circular ejecutoria, o un oficio departamental, en contra del idioma español. La demanda estriba en el hecho de que la misma provisión constituyente por la que la misma Secretaria Quisumbing, dice, expedía su circular, fue escrita y formulada, ab initio, sin el debido procedimiento tal como marca la ley (due process). La circular expedida por la secretaria Lourdes Quisumbing, como el proceso que lo causaba, fue unilateral desde el principio porque se expedía sin antes consultar a los maestros afectados porque éstos, de hecho, perdían sus puestos de trabajo.

Los maestros de español también cuestionaban la validez de la provisión constituyente porque el comité constituyente que escribió la provisión constituyente sobre la docencia del español nunca consultó a los afectados maestros de español, mediante su corporación o representante oficial, ----la CONAPE, INC.----.

En resumidas cuentas, esa dañina provisión constituyente ---como ya apuntamos---, eventualmente anularía sus puestos de trabajo por la anulación de la enseñanza del mismo idioma español en todas las universidades del país.

Lo gravoso aún es que el comité encabezado por un Wilfrido Villacorta, era profesor de ciencia política en la misma De La Salle University dirigida por el mismo Brother Andrew Gonzáles,FSC, que emplea, ---por patrono laboral---, maestros y profesores de español y de todas las otras asignaturas obligadas a los alumnos.

El hecho sobre la supresión de todo diálogo, intercambio o consulta con los afectados maestros de español antes de completar el borrador de la Constitución Cory y someterla a un plebiscito manipulado, es unilateral y se recuerda hata ahora como una enorme decepción.

Y, por unilateral, la provisión constituyente referida puede considerarse como una flagrante violación criminal, por altamente ilegal, de lo que es justicia en todas sus formas y conceptos por venir de revestida de una vil manipulación de los derechos laborales de todos los maestros además de constitutir un claro acto de intolerancia sectaria por parte de los WASP usenses y sus locales representantes.

Para agravar la situación, la Secretaria del DECS ni se molestó en antes consultar a los maestros afectados cuando unilateralmente expidió su primera circular en contra de la enseñanza regular del idioma español. Y aunque dicha Secretaria Quisumbing dialogase luego con los aludidos maestros de español, el procedimiento, o due process, que marca la ley, ya estaba vulnerado desde un principio y de manera injusta y grosera.

La debidamente aprobada ley del español seguía en pie. Nos referimos a la ley de la República Número 1582 que incluía la enseñanza de este idioma como un curso regular de 12 unidades. Es por eso que la supresión de las asignaturas de español por parte de De La Salle University, y de colegios y universidades que siguieron su mal ejemplo, viene a ser una violación de esta ley y de todo lo que se entiende por “due process”.

Y aunque la Secretaria del DECS haya luego expedido sus circulares, u órdenes, descartando las asignaturas del español, dichas circulares, como meros oficios de departamento, no tenían, ni tienen hasta ahora, ninguna razón de sobreseer una ley existente.

Queda muy claro que los maestros de español, y su asociación, jamás fueron respetados en sus derechos constitucionales ni en el derecho a sus puestos o tenencias de trabajo en los colegios y universidades en que estaban empleados.

La cuestión de la enmienda directa sobre la existente ley del español mediante una provisión, o cláusula de una constitución, o ley orgánica, fraudulentamente aprobada, se veía abocada al descubrimiento si se celebraban audiencias públicas en la legislatura sobre la debida enmienda que antes se debiera hacer a la referida ley Número 1582.

Esta fue la razón por el cual la fraudulenta y criminosa abrogación de la enseñanza de doce unidades de español fue llevada a cabo bajo el régimen coryista. Es obvio que el objetivo tras esta acción genocida consistía en evadir cuestiones que también pondría en solfa la legalidad de la misma constitución de 1986-87.

Lo interesante es que todo este injusto abuso de discreción y de poder, por parte del mal-gobierno de Cory Aquino, queda reflejado por los siguientes escritos publicados por The La Sallian, el órgano estudiantil de la universidad bajo la presidencia y dirección del mencionado Brother Andrew Gonzáles, FSC.

La primera gacetilla escrita por un tal Michael Manalang y publicada en el número para enero de 1987 del The La Sallian, página 6, se encuentra titulada: Tres (3) maestros de español, destituidos (3 Spanish teachers dismissed).

Y el texto de la gacetilla habla por sí sóla porque el trato cruel de los maestros que iban protestando fue encubierto. Los atropellados maestros, o profesores, de español se veían injustamente desposeidos, hasta la fecha, del procedimiento legal y de la debida consulta, diálogo y advertencia, aunque fuesen los que constituyen la parte afectada.

La demanda de los maestros y profesores de español por una justa participación en las deliberaciones sobre las asignaturas de español en el seno de cualquier comité, tribunal, audiencia pública, coloquio, junta y consejo gubernamentales sigue desoida. Esto ocurre porque ninguna audiencia pública o coloquio consultor los avisaron en el pasado, particularmente por parte de los delegados de la comisión constituyente nombrada dictatorialmente por Cory Aquino en 1986, para tratar sobre la inclusión de la enseñanza del español en el programa regular de estudios universitarios de esta República. Tampoco fueron avisados por el DECS ni por el CHED en la formulación de dichos programas de estudios universitarios.

El pertinente texto del artículo escrito en The la Sallian por el referido Michael Manalang lee: "Tres miembros de la facultad de lengua española (en De la Salle University) dejarán de encargarse de cualquiera clase empezando este semestre (term) después de que su destitución fue recientemente recomendada por un cuerpo de evaluación sobre los empledos maestros.

Este hecho fue revelado por el jefe del departamento de español, Benjamin de la Fuente, el 13 de diciembre último quién identificó a los destituidos maestros como Dr. Leonila Dolina, Ofelia Bautista y René Salvania. Los tres enseñan como profesores suplentes (part-time) bajo un contrato fijado para un término de tiempo (term).

"Según De la Fuente, un cuerpo evaluador de maestros, compuesto por él mismo, el Sr. Antonio Llagas, Carlito González y Ernesto Escueta, recomendaron su destitución diciendo que los referidos maestros poseen un conocimiento pobre del idioma y que solían someter tarde los requirimientos.

"Dolina, tiene un título doctoral en educación y ha explicado en De La Salle por cinco años ya. Dolina declara que ella está proyectando la presentación de una querella sobre su destitución. (Op. Cit. The La Sallian, enero de 1987)

Una carta publcada en un siguiente número del The La Sallian explicó que los contratos de los referidos maestros fueron permitidos a expirar a causa de la reduccón del número de etudiantes de español en De La Salle University.

De hecho, la disminución arbitraria de las clases de español en De La Salle University en un tiempo en euqe el Brother Andrew Gonzales, FSC, era su presidente, reflejado en el siguiente escrito titulado "Spanish Optional Next Term" (El español será opcional el semestre que viene) escrito por un tal Anthony Cruz y publicado en el número del mismo The La Sallian (Vol. XXVII, No. 7, marzo de 1987), muy claramente demuestra el trato injusto e inhumano de los afectados maestros, o profesores, de español. Escribe Anthony Cruz:

“La De La Salle University ha puesto en alto el ofrecimiento de cursos de español a los estudiantes que no han de graduarse en el siguiente año, o término escolar, en consonancia con la provisión constituyente que convierte el curso de lengua español en opcional o facultativo”. “La co-decana de Artes Liberales, Carmelita Quebengco, dijo que los estudiantes que no están por graduarse dentro de este año escolar quedan oficialmente disuadidos de tomar cursos de español para que no se malogren tres unidades del total al que deben tomar y completaren caso de que el Departamento de Educación, Cultura y Deportes (DECS) expide una orden que postergue los cursos de español como opcionales para los estudiantes del primer y segundo años.” “Al mismo tiempo, la Decana de Artes, Lourdes Bautista, ha venido reuniéndose con los maestros de español para informarles de la supresión de las clases de lengua española”. “En caso de que todavía haya estudiantes que proyectan tomar cursos de español, éstos deben pedir a sus respectivos decanos para que se les organiza una clase, o sección de clase. Quebengco, sin embargo, ha expresado dudas sobre esta posibilidad.”

Mientras escribimos (noviembre 1999) este trabajo, apenas hay clases de español en De La Salle University. Pero, como el Instituto Cervantes fue abierto en Manila por el gobierno español en una zona que se avecina a la De La Salle University y al Saint Scholastica College, son varios los estudiantes de De La Salle los que estudian español en dicho Instituto. Este hecho desmiente, en buena parte, la anterior declaración de la Decana Quebengco.

Si el idioma español fuese ofrecido como una asignatura opcional, o electiva en el lenguaje del curriculum universitario y tal como es la intención de la citada provisión constituyente, ----siendo la otra alternativa el árabe----, un número mayor de estudiantes optarán por el español. Pero esta opción, por parte de los estudiantes, no puede ponerse en la práctica porque son los mismos colegios y universidades los que no ofrecen el español de forma definitiva, frente al árabe u otras lenguas foráneas, con sus créditos en unidades.

LAS SESIONES TRIMESTRALES DEL BROTHER ANDREW

La De la Salle University, bajo la presidencia del Brother Andrew Gonzáles,FSC había inaugurado unas sesiones trimestrales en la mayoría, sino en todos, los cursos universitarios. Lo que ordinariamente toman los estudiantes universitarios dentro de un semestre, los de De La Salle University lo pueden tomar en solamente tres meses.

Estas sesiones trimestrales autoriza a De La Salle University cobrar matrículas altas cada tres meses en vez de tan solamente dos semestres dentro de un año escolar. Pero nadie, lo suficientemente independiente, ha investigado sobre los posibles problemas que podrían pasarse sobre los estudiantes engendradas por estas mismas sesiones trimestrales. Es imposible creer que estas sesiones trimestrales no tengan sus problemas por parte de los estudiantes que lo pagan. ¿Aprenden lo suficiente los estudiantes? ¿Absorben lo que se les enseña en tres meses en comparación con lo que se les enseña en seis meses? ¿Es que no estarán sobrecargados los estudiantes al verse sometidos a unos esfuerzos que los podrían fatigar física y mentalmente? ¿Pueden debidamente responder, la mayoría de los estudiantes, a los requirimientos que estas posiblemente apretadas sesiones trimestrales les impone? O, ¿es que nada aprenden en medio de tantas posibles presiones y tantos apuros que les condena al stress y a la tensión nerviosa?

¿Es acaso verdad que el Brother Andrew Gonzáles se volvió en contra de la enseñanza de doce (12) unidades de español en el colegiado por que las lecciones necesarias para suficientemente trasferir unas nociones básicas de este idioma no pueden embutirse en los alumnos de De La Salle University dentro de tres meses y en clases de treinta, cuarenta y hasta cincuenta alumnos?

Este autor se encontró con algunos ex-alumnos de De La Salle en una casa de rehabilitación para drogadictos y casi todos, a quienes interrogó, informaron que recurrieron a las drogas, como el shabú, “para tener las debidas energías con que estudiar lo que se les asignaba dentro de estas apretadas sesiones trimestrales”. ¿Será posiblemente verdad esta alegación en el terreno de los hechos?

¿Se ha hecho, alguna vez, un verdadero estudio, que sea imparcial, sobre la validez de estas sesiones trimestrales de De La Salle University fuera del hecho destacado sobre su lucratividad monetaria?

Los señoritos provenientes de familias ya ricas podrían matricularse en estas sesiones trimestrales para ahorrarse tiempo y, aunque nada verdaderamente aprendan, obtengan el codiciado diploma de De la Salle con el único objetivo de lucirse engañosamente o de embaucar a las compañías o empresas donde quieran obtener un hueco o un alto puesto.

¿Podríamos descontar la posibilidad sobre una universidad con sesiones trimestrales, como el que se ha inaugurado en De La Salle University, de que la misma sea, en realidad, lo que vulgarmente se conoce como un diploma mill (fábrica indebida de diplomas universitarios a vender) en el contexto educativo de Filipinas?

¿No es acaso posible un fraude, lo que se comete con estas sesiones trimestrales, en un país como la Philippines de nuestros días, donde se nos asegura que se pueden comprar diplomas y certificos de cualquier colegio, o universidad, en ciertas aceras de los distritos de Sampáloc y Quiapò y donde se falsifican hasta pasaportes y visados?

El Brother Andrew Gonzales,FSC, queda nombrado, mientras escribimos este trabajo, como el Secretario del Departamento de Educación, Cultura, y Deportes (DECS) por el Presidente Joseph Estrada Ejército. ¿Habría tenido algo que ver, en este nombramiento suyo, el puesto que tuvo, tiene y tendría, en la Junta Directiva del capítulo local del Summer Institute of Linguistics?

El Brother Andrew Gonzales, fsc, es el primer religiosos católico nombrado a un puesto gubernamental tradicionalmente reservado para elementos no-Católicos, elementos Protestantes y elementos Masones, que han demostrado ser, además, desafectos al idioma español en Filipinas y lo que es la herencia hispana del pueblo filipino.

En vista de estos antecedentes, ¿no sería bueno saber si su estado como miembro de la Junta Directiva del capítulo local del Summer Institute of Linguistics algo tuvo que ver con este importante nombramiento? ¿Debemos, acaso, creer que este nombramiento presidencial a un puesto tan importante, y lucrativo, del gobierno, nunca contó con la influencia del percebido amo en la persona de los WASP neocolonialistas que dictan su agenda sobre este país supuestamente libre e independiente del gobierno usense?

¿Es que sigue en pie la guerra Filipino-Norteamericana de 1898 en el terreno de las lenguas, las economías y las ideologías?

¿No es, acaso, sorprendente el que un religioso católico como el Brother Andrew Gonzáles, FSC, vaya ocupando ahora un puesto gubernamental que siempre estuvo reservado a los traidicionales elementos anticatólicos que también fueron muy conocidos por sus campañas en contra de la enseñanza del idioma español en colegios y universidades de Filipinas?

¿No es acaso cierto que el tema sobre religiosos Católicos, además de Protestantes, reclutados por la C.I.A. usenses para sus propósitos, ya fue tratado por ciertos comités de la legislatura de Estados Unidos de América? Este escritor cree que las correctas respuestas a todas estas preguntas ya las conocen buen número de filipinos que igualmente viven informados de estas dañinas como inecesarias circunstancias.

Este mismo escritor también ha llegado a darse cuenta que es la inmensa mayoría de los filipinos los que no saben de la existencia de lo que parece ser un masterplan, o una agenda principal, que los referidos neocolonialistas WASP usenses con sus viles y criminosos lacayos locales, han venido, y vienen, poniendo en ejecución, por medio del DECS, de la C.H.E.D. y de la Commission on Filipino (Comisión de la lengua nacional filipina) además de otras entidades parecidas del mismo gobierno filipino. Y ese masterplan o agenda suya, va indudablemente en contra de los intereses económicos, lenguales, culturales y educativos del pueblo filipino.

¿No es acaso un terrible engaño el que todavía se le obligue al pueblo filipino a pagar altos y varios impuestos para que luego se destinen para financiar esa misma agenda principal, o masterplan, que lo traiciona en su lengua nacional y en su cultura como en todos sus intereses económicos? Queda compobrado que la mejor medida indicadora que da a conocer, y que pone muy de relieve, a esa vil agenda con toda su gavilla de traidores y antifilipinos, es, primero, la cuestión sobre la enseñanza y preservación del idioma español en Filipinas y, segundo, la postura frente a la genocida introducción del antifonético e inferior Alfabeto Inglés en el mismo idioma tagalo. .

Para poner a prueba lo que aquí citamos, todo lo que cualquier filipino tendría que hacer es pedirle a la CHED (Commission on Higher Education) o, a los personajes de la “educación actual”, que restauren la enseñanza de doce (12) unidades de español en el colegiado. Y si el mismo presidente de Filipinas no se empeña en dar curso a una petición así, los de la CHED lo han de ignorar como ya han ignorado, en el pasado semejantes peticiones. Un sacerdote Paúl de origen español (¿Fray Barquín?) así lo pidió de su amigo, Brother Andrew, y nos han dicho, los que supieron de esta petición, que la respuesta fue en la negativa.

Y esa respuesta negativa ya puede ser prueba suficiente de que la agenda de los WASPs va viento en popa a costa del entero pueblo filipino exceptuando a los mencionados ex-Católicos, que, directa e indirectamente, apoyan esa dañina agenda antifilipina.

Y la agenda es, a todas luces, antifilipina puesto que al restarle al filipino de hoy su herencia hispana, ese incalificable crimen también equivale a restarle toda su historia, toda su dignidad, toda su identidad nacional y todos sus derechos humanos además de su prestigio internacional frente a la comunidad de países hispánicos.

--------------------------------------------------------------------------------

Filosofar y Hablar de Cosas Banales
por Tony P. Fernández


MONTREAL -No quiero repetirme. Pero ya hemos dicho en varias ocasiones que las pólemicas que se entablan en el Círculo Hispanofilipino a nada conducen para conseguir nuestra meta- la de defender, preservar y difundir el castellano en las Islas Filipinas. Si vamos a contestar constantemente a estas personas cada vez que nos envían sus críticas que revelan una ignorancia sobre la materia debatida y no observan las normas éticas, es a mi juicio, perder el tiempo y por lo tanto contraproducente.

Los mensajes anti-hispánicos que nos llegan y que seguimos leyendo en el Círculo por espacio de muchos meses son en su gran mayoría hasta el presente irrupciones de querer ‘filosofar y hablar de cosas banales’ que nada tienen que ver con nuestro movimiento cultural hispánico ni refleja claramente los objetivos de nuestro grupo. Estos detractores y atropelladores del hispanismo no están en busca de la verdad, sino están en busca de cómo romper nuestra identidad filhispana con argumentos sin fundamento y portadores de la inquina y el odio contra todo lo hispano.

Hay desde luego, la crítica constructiva que proviene de personas con buenas intenciones que escriben sin zaherir sensibilidades y muestran un alto grado de profesionalismo. El debate público es bueno si su principal tarea es aclarar ciertas convicciones, actuando desde luego con decoro y profesionalismo .Para corregir esta situación, es mejor ignorar las críticas cargadas con insultos personales puesto que tiende a crear conflictos y debates que como ya dijimos nada tienen que ver con nuestros objetivos.

En cambio, debemos darle crédito a Guillermo Gomez Rivera por contestar a la mayoría de los críticos que en su condición de académico y también de profesional ha sabido plantear sus argumentos y discusiones con eficacia valiendo de fuentes de información bien documentadas. Merece Guillermo nuestro aplauso, pero mejor sería para todos el evitar estas innecesarias pólemicas que nos roban el tiempo en vez concentrar en nuestros objetivos.

No hay comentarios.: