martes, julio 28, 2009

Revista Filipina (Tomo IV N° 1 Verano 2000)




REVISTA FILIPINA
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Una Revista Trimestral de la Lengua y Literatura Hispanofilipina
Tomo IV N° 1 Verano 2000
Director: Edmundo Farolán
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En este número:
Editorial: Antonio Fernández Pasión, periodista por Edmundo Farolán
Recordando un artículo sobre el Tagalo de Don Enrique Fernandez Lumba por Tony Fernández
La Hispanidad y Don Guillermo Gómez Wyndham por Tony Fernández
El difícil nacimiento de la identidad filipina,(2a parte) por Elizabeth Medina
DESTRUCCIÓN DEL COSMOS FILIPINO (2a parte) por Guillermo Gómez Rivera
CARTAS DE NUESTROS LECTORES


Editorial: Antonio Fernández Pasión, periodista

En los casi 40 años que he conocido a Tony, no hay duda que este prolífico escritor en español y defensor de la lengua española y la cultula hispánica en Filipinas indudablemente merece un homenaje en esta páginas de Revista Filipina.

En una conversación telefónica hace unos meses, me habló de la dualidad de Sancho y Quijote en el homenaje que le hice a Gómez Rivera en el número pasado, y comentó que sus amigos latinos en Montreal le embromaron diciendo que si yo era el Sancho y Guillermo el Quijote, a él le tocaba el papel de burro.

Pues, Tony, eres más que burro, o Rocinante. Eres como yo, el Sancho de Quijote, el hombre práctico, el hombre del mundo que ve las cosas tal cómo son. Pero a la vez, cual un Quijote, soñando con el día cuando Filipinas volverá a sus raíces como pueblo hispánico.

Conocí a Tony Fernández en Madrid cuando los dos éramos becarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, el en periodismo, y yo en Filosofía y Letras, en los sesenta. En seguida hemos encontrado una amistad que ha durado casi cuatro décadas.

Cuando nos separamos en Madrid en 1967, yo a Canadá y él a EE.UU., continuamos nuestra s comunicaciones. En los setenta, él se encontró en Seattle y yo en Bowling Green ambos estudiantes posgraduados. En 1976, por una rara coincidencia, lo que ahora llamaría plan divino, nos vimos en Montreal después de casi diez años de no vernos. Y allá tuvimos polémicas, y me inspiró a seguir escribiendo. Era aquí cuando empecé a escribir prosa--cuentos, algunos tártaros, otros serios, de varios tópicos, --de sus hazañas, de sus visiones filosóficcas de la "nada" inspirado por Hemingway, de sus memorias como hispanista y periodista en El Debate, y otros asuntos. Muchos de mis cuentos cortos fueron basados en nuestras conversaciones y recuerdos.

Era Tony Fernández ,en un artículo que escribió sobre mis poemas en El Debate, que me conocieron en el mundo hispanofilipino. Cuando publiqué mi primer libro de versos, Lluvias Filipinas en Madrid en 1967, Tony publicó un artículo titulado: EDMUNDO FAROLÁN, POETA HISPANOFILIPINO, artículo que salió con mi foto de joven en la primera página de este semanario en 1969. Me conocieron en seguida en el mundo hispánico en Filipinas, y cuando volví a Filipinas después de casi 10 años de ausencia, me recibieron esos grandes hispanistas filipinos--Guillermo Gómez Rivera, Francisco Zaragoza, Francisco Palisoc, Antonio Serrano, Luis Garchitorena, Enrique Centenera, Luis Nolasco, y otros más con mucho cariño.

Hoy día, con el internet continuamos a comunicarnos, por correo electrónico, y por medio de nuestras páginas, él con su redvista mensual InterPinoy que organizamos juntos en 1997, y yo, estos días con Revista Filipina y La Revista. Nos colaboramos en nuestras revistas.

Seguimos escribiento, Tony y yo, nuestros comentarios, críticas, ensayos sobre la hispanidad en Filipinas, y dedicamos nuestros escritos con el deseo que un día la juventud filipina dará cuenta (como ahora están dando cuenta con cartas que recibimos), de la importancia de nuestra herencia hispánica.

Este es el deseo de esta generación nuestra--Gómez Rivera, Fernández, y yo--que habrá un resurgimiento de las letras filipinas en español. Y vendrá ese día glorioso cuando verdaderamente perteneceremos a ese mundo que nos hace, como dijo nuestro gran patriota Claro Mayo Recto, "nuestra razón de ser."

Y este poema es para ti, Tony:

¿Qué hacemos nosotros, dos viejos soñadores?
Antes de la nada iminente,
nuestra búsqueda,
de una patria hispánica:
una vuelta a las raíces
donde España es el verdadero
camino de nuestro pasado.

Ser filipino es ser educado, fino,
como eres tú, amigo fiel,
tú, que me enseñaste
estos valores caballerescos,
en estos cuatro décadas de amistad..

Aprendí mucho de ti,
hermano hispanofilipino,
de la historia nuestra,
tú, gran amigo de esos
colegiales filipinos de Guadalupe,
tú que escribías y ayudabas
a escribir sus proyectos...

En Montreal nos juntábamos,
y trabajábamos juntos en editoriales
y revistas comunitarias...

Ahora en nuestra vejez,
todos estos son recuerdos nostálgicos
de tiempos idos,
de días felices,
con amigos guadalupanos en Madrid
y los amigos y paseos en Montreal.

¿Qué más reconocimiento te podrían dar?
El hecho de que en estos años has seguido
escribiendo sobre nuestra hispanofilipinidad,
ya es prueba de la grandeza de tu persona
que no necesita ningún reconocimiento.

Lo que vale más es el reconocimiento
de amigos que te aprecian,
des moments speciaux avec les amis...

Tu bella esperanza de una patria nuestra
en camino hacia sus raíces hispánicas será
un sueño realizadora en las generaciones venideras.

¡Vuélvete a Filipinas, hermano, donde te esperan
para galardonarte con premios
que tú mereces, por estas décadas de periodismo
en el campo hispanofilipino
que tú, el último que será el primero,
escritor prolífico,
en un campo rico,
de nuestra hispanidad filipina!



Recordando un artículo sobre el Tagalo de Don Enrique Fernández Lumba
Por Tony P. Fernández


Sería prolijo recordar todos los valiosos servicios que prestó Don Enrique Fernández Lumba a la Hispanidad filipina. Su labor docente y periodística en castellano, asi como su laboriosidad y méritos como digno miembro de la Academia Filipina antes de su fallecimiento, le hacen uno de las máximas figuras de la intelectualidad filipina.

Cuando el día 29 de marzo de 1990, Don Enrique Fernández Lumba falleció, la Hispanidad filipina perdió a uno de sus más esclarecidos y dignos defensores de la lengua castellana. Era verdaderamente maravillosa su capacidad y voluntad de trabajo no solamente en el profesorado sino también escribiendo en varias publicaciones que solicitaban su colaboración, entre éstas el semanario La Nueva Era en cuyas ediciones figuraban sus artículos y ensayos. Sus trabajos de profesor y de periodista no le apartaron del cultivo de la literatura que era también su vocación.

Y se interesó también sobre las principales lenguas filipinas escribiendo varios artículos sobre este tema. Uno de sus artículos sobre la lengua nacional filipina se titula Dígase Filipino o Tagalo que apareció en La Nueva Era, el 10 de junio de 1974. A continuación está el susodicho artículo que a nuestro juicio pueda interesar a los lectores de hoy.


Dígase Filipino o Tagalo (1a Parte)
Por Enrique Fernández Lumba


Es evidente que la actual Administración se propone realizar lo que
tanto la Constitución de 1935 como la de 1971 disponen desarrollar la
lengua nacional filipina.

Una prueba de ella está en el requirimiento que ha impuesto a nuestra ya
míniscula prensa en castellano que debe incluir entre sus páginas algunas
redactadas en el llamado “pilipino” que prácticamente, es el tagalo
corriente en el habla popular. De esta exigencia, por lo que vemos, está
exenta la prensa en inglés. El porqué de este discrimen en contra de la
prensa en castellano es inexplicable, puesto que entre entre éste y el
tagalo no hay ni ha habido incompatilibilidad; y lo mismo puede decirse
con respecto a las demás lenguas vernáculas de nuestro país.

Pero pasemos esto por alto, ya que la misma Administración ha restaurado
el español a su condición de lengua oficial “ en plan de igualdad con el
inglés y el tagalo, para perdurar prácticamente, hasta el término de las
edades,”como reciéntemente ha dicho el ilustre Secretario de Asuntos
Exteriores, Dr. Carlos P. Rómulo.

Lo que ahora nos importa es declarar que ya es tiempo de dejar el
disimulo en la designación de la lengua nacional, por innecesario.
Debemos descartar el vocablo “pilipino” y decir sencillamente TAGALO
o FILIPINO.

El Dr. Rómulo en el discurso que leyó el 15 de abril ante un auditorio
reducido, pero selecto, y del cual acotamos las palabras arriba citadas,
no dijo “pilipino” sino tagalo. No fue un descuido, un lapsus lenguae,
puesto que el discurso no lo improvisó, sino que lo escribió para
leerlo, y debemos suponer que, el redactor, tagalo, lo hizo
deliberadamente, o conscientemente.

En efecto, lo que viene mal amándose “pilipino” es en realidad el tagalo
que se emplea en los nombres de ciertas instituciones o ramos del gobierno,
que se enseña obligatoriamente en ciertos grados de la enseñanza pública
y privada, desde que así lo decretó el Presidente Quezon, cuando escogió
el tagalo como base del idioma nacional que debía desarollarse; y es
el que se emplea en los medios masivos de comunicación; radio, cine,
televisión, prensa. Es el tagalo del siglo veinte, y no el que todavía
prevalece en los medios rurales de las comarcas tagalas.

Y esta lengua nacional en evolución y enriquecida con vocablos de todas
las lenguas vernáculas y del español y del inglés ( y a través de estos
dos, también de las lenguas clásicas,latín y griego), es la que debe
llamarse ya, en cumplimiento del páarrafo 2, del artículo 3 de la
nueva Constitución, el FILIPINO, el idioma filipino, la lengua filipina,
sin disimularlo con el innecsario e infundado “pilipino”, inventado por
un falto supuesto injusto para el patriotismo y nacionalismo de todos los
filipinos.

No hay filipino libre de prejuicios que no acepte el tagalo como lengua
virtualmente nacional, sea cual fuere la proporción de los vocablos no
tagalos que, por el proceso natural del habla corriente, popular se
vayan adicionando al idioma nacional en evolución, el núcleo mayor y
principal, será siempre el tagalo. Y esto no por voluntad de los tagalos,
sino por los inexcrutables designios de la Providencia e imperativos de
la historia nacional.

El hecho de que Legazpi escogiera a Manila como capital del Archpiélago
determinó, sin duda alguna, que el tagalo se hiciera nacional con el
tiempo. Recordemos al efecto lo que un religioso franciscano, Fr.
Sebastián de Totanes-, escribió ya en 1745, hace más de doscientos años.

“Si algún idioma-decía el P. Totanes--, de los muchos que hay en estas
Islas, se puede llamar general (subrayamos), es el tagalog, por el mayor
distrito en que se habla, y por ser este distrito el centro de todas ellas,
a donde concurren de todas partes, islas y provincias, como a la corte que
es Manila, innumerable gentío. Por lo que, el que se impusiere bien en lo
tagalog, podrá correr por todo el reino con el seguro de que en cualquiera
parte hallará con quien entenderse.

"Al presente, se halla muy enriquecida la lengua tagala con grandes obras
impresas y manuscritas, en todo lo conducente, y aun superabundante, a la
conversión de las almas, administración de los santos sacramentos,
explicación de los divinos misterios de nuestra santísima y cristiana ley,
extirpación de los vicios, y ejercicio de las virtudes; porque las
sagradas religiones todas, sin escasear desvelos, han trabajado incesantes,
y no cesan de trabajar, con el empeño correspondiente a su apóstolico
velo.” (Cita tomada de la obra “La Imprenta en Manila: Desde sus orígenes
hasta 1810", J.T. Medina, Santiago de Chile. Impresa en casa del Autor.
1896).


(Continuará)


La Hispanidad y Don Guillermo Gómez Wyndham,
Primer Ganador del Premio Zóbel

Por Tony P. Fernández

(Nota del Autor: De entre mis papeles amarillentos, he extraído el
siguiente artículo cuando todavía yo era reportero de El Debate. Durante
aquel tiempo, yo escribía una serie de artículos sobre los Hispanistas de
Filipinas. Por fortuna, como he dicho, encontré este artículo que
apareció en El Debate el 9 de enero de 1966. Quienes están interesados
sobre el hispanismo en Filipinas y de la importancia del castellano, el
mencionado artículo que verán abajo tal vez podrá atestiguar la labor
que hicieron los hispanistas filipinos para conservar el castellano.
Alguno de los datos del artículo fueron tomados del Bosquejo Histórico
de la Academia Filipina escrito por Lelilla Fernandez, profesora
de la Universidad de Filipinas.
A mi juicio, ni el tiempo, ni los sucesos han conseguido hundir en el
olvido o indiferencia nuestra admiración a aquellos hispanistas, ya
idos, quienes laboraron para que no se borre la herencia hispánica de
Filipinas.)


Hoy nos toca biografiar al gran hablista y quizá el mejor escritor en
castellano de Iloílo: Don Guillermo Gómez Wyndham cuyas obras literarias
han enrequecido el caudal de nuestra rica literatura hispanofilipina.

Nació en la provincia de Iloílo el 26 de diciembre de 1880, y comenzó
sus primeros estudios en el Colegio-Seminario de Jaro, Iloílo, donde se
graduó como tenedor de libros y perito de contador en 1899. Contribuyó
en elevar el prestigio de su pueblo tomando parte en la Comisión
Filipina que representó dignamente a Filipinas en la Exposición
Internacional celebrada en St. Louis, Missouri, Estados Unidos.

Después fue nombrado administrador de aduanas de Iloílo y, más tarde
desempeñó el mismo cargo en la ciudad de Manila, como interino. En 1929
fue ascendido a Subsecretario de Hacienda. Fue también miembro activo de
varios grupos y asociaciones relacionadas con la hacienda pública.

Durante sus ratos libres, no dejaba de escribir novelitas, cuentos
cortos, artículos y otras obras literarias, mucho de las cuales se
publicaban en revistas y periódicos de Iloílo y Manila, tanto es así,
que llegó a adquerir fama como uno de los mejores literatos de
Filipinas.

Y como prueba de ello, se distinguió como el primer ganador del
Premio Zóbel, al ser premiada una obra suya titulada La Carrera de
Cándida en 1922.

En 1939 era Director de la Academia Filipina y después de la Segunda
Guerra Mundial, tuvo la oportunidad de visitar a España para recobrar su
salud. En España fue objeto de varias manifestaciones de simpatía y
amistad de dicho país, al ser honrado por la Real Academia de Madrid
enalteciendo así el prestigio de sus colegas filipinos ante las naciones
hispánicas. A su regreso a Manila, empeoró su salud y falleció el 20 de
diciembre de 1957.

Don Guillermo se preocupó quizá más que nadie del rumbo
incierto del hispanismo filipino cuando hizo una declaración digna de
ser recordada, a fin de que podamos prevenirnos y contribuir nuestro
"granito de arena" hacia el engrandicimiento de la hispanidad. Nuestro
distinguido biografiado dijo lo siguiente ante el Congreso de
Hispanistas celebrada hace ya muchos años:


En el predio de nuestro patrimonio, en el huerto que Dios acotó
para solar de la raza, se eleva entre otros, un árbol, el árbol
hispánico, el más frondoso y robusto tal vez, quizás el de raíces más
hondas y firmes. Ya se hizo el trabajo de plantarlo; de vigilar su
crecimiento; de salvarlo de los numerosos peligros a la edad
temprana. Ahora sólo requiere ligeros cuidados de conservación; podar
las muertas ramas; limpiarlo de parasitos destructores; regarlos de
cuando en cuando en las horas ardientes de la canicula.

Ojala las palabras de este ilustre escritor sirvan para recordar a
muchos hispanistas de "nombre y de ocasión" que es preciso regar el
árbol hispánico de que habla Don Guillermo Gómez.


El difícil nacimiento de la identidad filipina (2a Parte):
por Elizabeth Medina

Marlon Riggs: La identidad cultural basada en la unión y la afirmación de la diversidad

Marlon T. Riggs (1957-1994) fue escritor, productor y director de cine y video, graduado con honores de Harvard en 1978 y profesor de Cine Documental en la Universidad de California en Berkeley. Sus películas fueron premiadas tanto en EE.UU. como en Europa, aunque en su país desarrolló su arte en medio de fuertes polémicas, ya que se enfocó siempre en la búsqueda de reivindicación de la identidad cultural de los homosexuales negros.

Ahora sé algo más sobre Riggs gracias a mis indagaciones en Internet. Pero supe de su existencia por maravillosa casualidad durante una visita en la ciudad de San Francisco en California en 1994, cuando una noche encendí el televisor y me encontré viendo una entrevista habida con él en 1993, el año antes de su muerte. Riggs era llano, cálido, y las ideas que comunicaba eran sencillas pero claramente arraigadas en la experiencia vital unida a una sensibilidad e inteligencia fuera de lo común. Lo escuché hablar delante de la cámara veintiseis años después de que se editaran las palabras de Uslar-Pietri y sus ideas, a mi parecer, continúan la línea de desarrollo iniciada por el filósofo venezolano, comunicadas a través de las imágenes de la era ya mundializada de comienzos del tercer milenio.

Riggs murió de SIDA en 1994. La entrevista formó parte de los programas ofrecidos por el Canal 9, que transmite sólo espacios de interés público mediante el financiamiento de fundaciones filantrópicas y la multinacional petrolera Mobil, durante la Semana de Celebración de los Derechos de los Homosexuales, "Gay Pride Week". La entrevista me atrapó de inmediato, a tal punto que inmediatamente cogí lápiz y papel y me puse a tomar apuntes, porque era la primera vez que veía un programa que trataba el tema de la identidad.

Riggs habló con asombrosa profundidad aunque utilizando palabras corrientes, de la evolución y estado actual de la identidad africano-angloamericana. Afirmó la imposibilidad de un retorno al pasado mítico africano, así como de seguir tomando como premisa básica de la identidad negra la imagen del hombre blanco y su coexistencia dialéctica dentro de una sociedad estadounidense regida por los valores de aquel grupo racial predominante. En otras palabras, explicaba Riggs que el pueblo africano-norteamericano de hoy ya no puede fundamentar su autoconcepto ni en un pasado mítico en Africa, ni en la experiencia histórica de la esclavitud y la enajenación que persiste dentro de la sociedad estadounidense entre ellos y el establishment anglosajón.

Hoy la imagen del pasado africano ha sido superada por una experiencia acumulada histórica y social muy compleja y rica a la vez. Por otro lado, la imagen del Otro, del hombre blanco, es negadora de la humanidad de un pueblo que fue marcado por la degradación y la mutilación de su integridad durante los dos siglos y medio que existió la institución de la trata de esclavos en la colonia inglesa y después de su independencia.

Por lo tanto la identidad negra basada --por así decirlo-- en la negación de la humanidad de los blancos no es útil para la construcción de un futuro nuevo, porque rechazar al Otro es de todos modos perpetuar el encadenamiento a su imagen y por lo tanto a la imagen deshumanizada del que rechaza. Ambas opciones por lo tanto son en realidad la misma: aferrarse a viejas identidades inoperantes para el presente, resistentes al cambio y que inevitablemente conducen a lo que Riggs denomina "backlash", o sea, la reacción violenta, el pendulazo.

El pensamiento desarrollado por Riggs es cautivante por su mezcla paradójica de complejidad y sencillez y porque claramente él supo percibir la promesa de esta nueva era de unificación y retorno a un sentido de comunidad renovada dentro de la más amplia y enriquecedora diversidad. Riggs pudo descubrir el hilo conductor entre su situación personal como artista y homosexual negro que amaba a homosexuales blancos, y la real necesidad y posibilidad de que la sociedad actual superase la intolerancia y la violencia racial y sexual a través de un cambio cultural hacia la humanización de la imagen que se tiene del otro, y la afirmación por las minorías de su identidad cultural.

Perteneció a una minoría dentro de una minoría, dado que los gay negros rechazaban a sus hermanos que deseaban intimar con blancos, y expuso su situación personal como ejemplo en sus intentos de cambiar hasta los prejuicios de la minoría a la que pertenecía. Sin embargo, tuvo la grandeza intelectual y humana para trascender las inquietudes de su gremio, incluyendo en sus mensajes y su arte, la afirmación de lo humano en la diversidad, y el derecho a la creación de una identidad propia basada en la aceptación y la positivización de lo que uno efectivamente es.

Finalmente, vinculó la lucha por reivindicación humana y social de los homosexuales negros a la imagen histórica de lucha social de figuras paradigmáticas del pueblo africano-angloamericano, tales como los abolicionistas Sojourner Truth y Frederick Douglas, y los líderes social-religiosos Martin Luther King y Malcolm X.

Riggs explicó su visión en estas palabras simples y elocuentes:

"Las viejas identidades se están desmoronando en todo el mundo. Vivimos dentro de un nuevo multiculturalismo y el desafío que enfrentamos es el asumir la diversidad, aprender a abrazar, respetar y reafirmar nuestras diferencias sin privilegiar cualquier diferencia por encima de otra..

"Esta actitud es la que nos permitirá apreciar lo que significa ser humano...

"Un nuevo Fénix está surgiendo de las cenizas de esta civilización...

"Nos estamos transformando en una familia global, querámoslo o no, y en un mundo donde el imperativo de formar una identidad social comunitaria es la única respuesta a la violencia, no podemos avanzar un solo paso sin la capacidad de aceptarnos antes de todo. Sin esta condición previa no podemos aceptar a nadie más.

"Podemos forjar una nueva identidad individual que no esté basada en el Otro, que pueda expandirse hacia la identidad grupal, nacional y global.

"El Otro ya no es la premisa fundamental de nuestra individualidad. No podemos volver al pasado mítico. Debemos tomar nuestro pasado y presente fragmentados, y lograr una redefinición de nuestra identidad. Podemos emprender la tarea de crear una mitología, no en sentido literal sin metafórico".


El significado del aserto de que su pueblo necesitaba emprender la creación de una mitología "no literal, sino metafórica" fue difícil de captar en ese momento, ya que no tenía acceso a los escritos de Riggs, pero con el tiempo y gracias a la lectura posterior de otros autores que han dilucidado para mí la importancia del mito para la vida del hombre posindustrial, he llegado a la conclusión de que lo que Riggs quiso decir era que aquel pueblo que anhelase lograr una identidad nueva y potenciadora debería tomar contacto profundo con sus símbolos, sus imágenes y contenidos síquicos más íntimos y poderosos, aquellos capaces de conmoverlo profundamente, por ende, de movilizarlo.

Estoy convencida de que, en el caso de nosotros los filipinos, las imágenes que ejercen mayor fuerza y embrujo sobre nuestra imaginación y conciencia de pueblo y que, por lo tanto, nos podrán impulsar en una nueva dirección hacia la reunificación y la realización de nuestro destino, las podemos encontrar en los hechos y los héroes de nuestra historia revolucionaria entre 1870 y 1913, mediante la reconstrucción conceptual, emotiva y visceral de la verdadera cultura e historia de Hispano Filipinas.

Yo ya no soy la "pequeña hermana de piel morena". Soy un filipino que ni siquiera existía como tal cuando llegó Magallanes y le dio un nombre a mi archipiélago. El español vino y me separó de mi familia, de mi destino tribal. Impuso una nueva visión y la acogí, la acepté como propia, ocupando un sitio subordinado dentro de ella y en relación con el Otro: el kastilà, el fraile.

Dijeron que me amaban y que vinieron para salvarme, y puse fe en ellos. Sin embargo, transcurrido el tiempo de muchas generaciones, crecí y me di cuenta de que había otros motivos que ahora sacrificaban mi vida y la de mis hijos para el beneficio ajeno. Entonces luché contra ese mundo, una lucha dolorosa para mí, en la que debí disponerme para el último sacrificio. Tuve que matar hasta una parte de mí. Y lo logré pero vino otro conquistador. Un nuevo 'Otro' que después me hizo olvidar muchas muertes y afrentas y me convenció de que su dominio significaba mi bienestar.

Los españoles me trajeron la Salvación y los estadounidenses trajeron Democracia y Progreso. Y sin embargo me hallaba cada vez más confusa, y creí que mi país no era nada más que el lugar donde había nacido y el sitio donde quería envejecer y morir. Me transformé entonces en vagabunda, una persona desplazada en busca de bienestar para mi familia.

Y en el transcurso de mi búsqueda perdí mi país, me perdí a mí misma.

Hoy contemplo mi propia persona y veo que soy todo un fenómeno. He sobrevivido a muchos trances y obtenido un sinfín de logros. Pero no tengo memoria. Quisiera escuchar las historias de mi pasado, quisiera oir las voces de mis abuelos, bisabuelos y tátarabuelos, que no las sentí jamás. Y cuando sepa las historias, contaré las historias a mis hijos.

Porque sin ellas, ¿cómo podemos encontrar nuestro camino en este mundo? Sin historias en que poder creer y confiar, quiero decir. Historias que te hacen vibrar los huesos y te dicen que sí, "ésta es tu verdad: síguela, créela y da gracias, porque has recuperado tu perdido hogar."


DESTRUCCIÓN DEL COSMOS FILIPINO (2a Parte)
Por Guillermo Gómez Rivera


GENOCIDIO

Acontece, (puesto que es la verdad), que el idioma español es uno que es tan fonético como los idiomas tagalo, ilocano y visayo. Y es que sus palabras se escriben tal como se pronuncian.

Acontece igualmente que las palabras del idioma inglés no se escriben, como regla general, tal como se pronuncian, ni se pronuncian tal como se escriben. En este caso, el carácter básico del inglés, como idioma y lenguaje, es todo lo opuesto a la característica fundamental de los idiomas tagalo, visayo é ilocano como la de todas las demás lenguas indígenas de las Islas Filipinas.

Forzar, por lo tanto, a los párvulos filipinos de la primaria, a usar el alfabeto inglés en el deletreo, como en la silabicación, de las palabras tagalas es cometer adrede un grave error porque equivale a la comisión de un genocidio lengual y cultural sobre la comunidad tagala en particular y la comunidad filipina en general.

Y hacer esa faena a guisa de enseñarle al niño filipino su lengua nacional puede resultar en un engaño a la vez de una condenable decepción amén de ser un verdadero crímen en contra de la Humanidad y en contra de todo lo que venga a encerrar la declaración de derechos humanos.

De hecho, esta práctica anticientífica de meter el alfabeto inglés, luego taglish, en el tagalo, haciéndolo pasar como si fuese el propio, podría, quizá, justificarse si Filipinas fuese un Estado más de la unión federal de los Estados Unidos de Norteamérica. Pero, mientras Filipinas se tenga como un país independiente y soberano, este género de neocolonialismo "lingüístico", por su brutal descaro, no es tan solamente una ofensa en contra de la cultura, dignidad, soberanía y la identidad nacional del pueblo filipino, sino que es un verdadero genocidio.

La palabra genocidio queda definida como "la deliberada y sistemática" exterminación de un grupo étnico o nacional". Los Protestantes Blancos y Anglo-Sajones o WASP, (White Anglo Saxon Protestants) resultan ser una clase de gente que puede verse acusada de cometer un genocidio en contra de los Pieles Rojas de Norteamérica. Y es ésta, la misma clase de gente, la que invadió a Filipinas en 1898.

La exterminación, por ejemplo, del filipino de habla-hispana y su República Filipina de 1898, es otro crímen en contra de la Humanidad que se puede atribuir a los WASP en su papel de misioneros Protestantes y de maestros insolicitados de idioma inglés en Filipinas.

Otro genocidio en contra de los restantes filipinos de habla-hispana fue exitosamente repetido durante el período 1942-45 o durante la guerra entre el Japón y Estados Unidos. Ese segundo genocidio se culminó con el deliberado bombardeo que los WASP hicieron sobre todos los barrios y distritos manileños como Intramuros, como todo el barrio de la Ermita, todo el de Malate y varias otras zonas de Manila donde ya no había grandes números de soldados japoneses.

Militarmente hablando, aquel bombardeo efectuado sobre Manila era innecesario, por lo cual era decididamente nefasto y criminal, puesto que también se perpetró sobre casi todas las provinciales o pueblerinas Iglesias Católicas respectivamente levantadas en cada municipio o pueblo filipino fuera de Manila. Tanto dentro de Intramuros como en cada iglesia pueblerina fuera de Manila, ya no había japoneses. Y se los hubo, eran de un número tan exiguo que para capturarlos, o matarlos, no hacía ninguna falta destruir todos los monumentos católicos y de cultura del pueblo filipino mediante un bombardeo estilo alfombra (carpet bombing).

La escusa que dieron por el bombardeo fue la guerra que ellos mismos provocaron en contra de los japoneses. Hay varios libros, por autores usenses, como "Day of Infamy" donde se dice que los altos mandos norteamericanos de la Casa Blanca sabían muy de antemano del proyectado bombardeo japonés sobre Pearl Harbor, pero muy adredemente dejaron de avisarles a las mismas fuerzas suyas en aquella bahía de las perlas para que los japonese siguieran adelante con el bombardeo y así conseguir, del renuente electorado y contribuyente norteamericano, la deseada declaración de guerra contra el Japón.

En el tiempo presente, este genocidio sigue adelante en Filipinas y va enderezado en contra del filipino de habla-hispana. Se preguntará desde dónde se viene llevando a cabo y la respuesta es bien obvio puesto que se sigue perpetrando mediante la política, bien sistemática por parte del Departamento de Educación, Cultura y Deportes (DECS) de Filipinas como de la Comisión de Alta Educación Universitaria (CHED), en contra de la enseñanza del idioma español.

La mencionada Comisión ---la CHED--- acaba de expedir una circular, Número 59, Serie de 1996, que impone un nuevo programa universitario sin ningún crédito, en forma de unidades u horas provistas para la enseñanza del idioma español por encima de provisiones constituyentes y leyes que lo requieren.

Pero los lacayos de los WASP dicen que estas provisiones constituyentes, como las leyes en pro del idioma español, ya han sido abrogadas. Ahora, después de cometer este genocidio en contra de los filipinos de habla-hispana con el descartamiento de las pocas asignaturas de lengua española que quedaban en el nivel universitario, han empezado con el genocidio en contra del grupo étnico tagalo con la imposición del alfabeto inglés, hasta en el mismo idioma tagalo y, o, en lo que dicen es el idioma nacional de Filipinas hoy denominado Filipino.

La misma traición se viene perpetrando en contra de las otras lenguas principales del país como el Cebuano y el Ilocano. El acto incongruente de forzar en el tagalo el alfabeto inglés se hace deliberadamente para sustituir el alfabeto tagalo de Balagtas que cuenta con 32 letras. Este alfabeto de Balagtás el mismo de los idiomas cebuano, ilocano y el resto de las lenguas indígenas de Filipinas.

En resumidas cuentas, este genocidio antifilipino que se viene perpetrando, lenta pero sistemáticamente, consiste en directamente seguir obligando el idioma inglés como medio de instrucción en todos los niveles de la educación filipina y, por otro lado, en deliberadamente destruir el idioma tagalo con la imposición en él del alfabeto inglés a fin de volverlo, a la postre, en un inservible patuá que ya se viene conociendo popularmente con el nombre de taglish.

La promoción, de hecho, del patuá taglish como si esto fuese el Filipino, (el idioma nacional de Filipinas a base del tagalo), es la agenda secreta de los autores de este genocidio anti-tagalo a la vez de anti-cebuano, anti-visayo, anti-ilocano y anti todo lo filipino.

Sin que la inmensa mayoría de los filipinos lo sepa, el objetivo de la educación en este país, mediante el DECS y el CHED, se ha reducido a la generalización del patuá taglish para que sirva, como ya viene siendo obvio, en un instrumento entorpecedor.

Con esta adrede, y generalizada, chabacanización del idioma nacional filipino se añade el genocidio de mantener a las nuevas generaciones de filipinos en un estado lobotominal de semi-educación, o des-educación, ----a pesar de las ordenadoras---, para que Filipinas, quizás, continúe siendo fuente de mano de obra barata para las otras "economías globalizadas".

De este objetivo grocero nace el fenómeno de la exportación, a manera de ganado, de empleadas domésticas, "entertainers" y peones para las fábricas extranjeras ya que el país no tiene otra forma o manera de obtener dólares usenses para la reserva nacional.

La exportación de obreros filipinos al extranjero puede, de soslayo, encubrir la incapacidad de los actuales gobernantes de tener provisto los debidos huecos de trabajo para los graduandos de año en año de las escuelas que se reducen a vender diplomas.

Con estas realidades, está claro que se está cometiendo un genocidio, de escala nacional, en contra del pueblo filipino, particularmente su juventud inocente mediante "un proceso educativo" que es, aparentemente, de gradual entorpecimiento.

Y este genocidio se va cometiendo en contra de la masa principal que habla el tagalo por los pocos que hoy constituyen la élite norteamericanizada que, como "educadores" que mandan sobre el DECS y el CHED, son el cuerpo de servidumbres que obedece a las instrumentalidades del espionaje CIA o al Protestante y sectario Summer Institute of Linguistics.

De hecho, la destrucción del tagalo, y de los demás idiomas de Filipinas, viene a ser el arma que empuñan los citados mandamases del DECS y del CHED, para posiblemente complementar los mal-dirigidos programas sobre el control de la natalidad que vienen a ser condenados por el Papa Juan Pablo II y por la Iglesia Católica como medidas antihumanas.

La misma destrucción del tagalo, mediante la imposición en el mismo del alfabeto inglés y la incongruente pronunciación inglesa, tal como aparentemente lo sanciona la misma Comission on Filipino, es parte de lo que se va dando a conocer como "la cultura de la muerte" que también se viene imponiendo, de forma sutil, sobre la nación filipina por los que se dicen son sus caudillos educativos y gubernamentales, ----o, la "clase social" colaboradora del nneocolonialismo que encauza la explotación económica perpetrada sobre la clase laboral y pobre del país.

(Continuará)


CARTAS DE NUESTROS LECTORES

Mi querido Director de la REVISTA FILIPINA, y buen amigo: Don Edmundo Farolán y Romero:

Le agradezco el homenaje que me hizo y quedo sin palabras con que definir ese humilde pero sincero agradecimiento de mí parte.

Siento mucho no poderle acompañar a Australia para una ronda de conferencias sobre el 'Taglish', -----ese humillante patuá del inglés, fruto de un neocolonialsimo embrutecedor que tiende a destruir el idioma tagalo, como a los idiomas ilocano y visaya, amén de sustituir al mismo inglés minoritario de estas islas, para posiblemente denigrar a todos los filipinos como, quizás, se les esté denigrando a los de la Papua Nueva Guinea, a los de las Islas de Solomón y a los Nuevos Hébridenses del Pacífico.

El patuá 'Taglish' es el fruto ejemplar del neocolonialismo de los WASP usenses en Filipinas tras suprimirnos el idioma español para ultraje de las obras y del legado libertario de todos nuestros inmortales prohombres como los Claro M. Recto y los José Rizal amén de toda la identidad filipina que se expresó en español al lograr el establecimiento de la primera República en el hemisferio asiático allá por el año de 1898.

El patuá 'Taglish" es el idioma tagalo, adredemente desvestido de sus nobles hispanismos, e inyectado en su raíz con el antifonético alfabeto inglés.

El tagalo es un idioma fonético porque se escribe como se dice y se dice, o se pronuncia, como se escribe, una característica que diametralmente riñe con el antifonetismo del idioma, y del alfabeto, ingleses.

Es como si el idioma nauatl de México, o el Quéchua, nos diga ahora, y muy de la noche a la mañana, que su alfabeto es el Ey-Bi-Si-Di inglés o"Taglish".

En la conferencia que haz de dar, hay que señalar "la labor" de un hispanófobo FSC, en pro del "Taglish" como miembro que fue, y que hasta ahora podría ser, de la junta local del Summer Institute of Linguistics, entidad subvencionada por la CIA mediante USAID según fuentes usenses que tenemos a mano.

Dígales a los australianos que el "Taglish" es la evidencia misma del fracaso que la imposición, la obligatoriedad, y la compulsory enseñanza del inglés ha engendrado aquí, durante los últimos cien años a la par de que se excluía, cuando no se perseguía, la enseñanza regular del español como una mera asignatura de lengua y literatura filipinas.

Y, a pesar de esa adrede exclusión de la enseñanza del idioma español en un país como Filipinas, los 'educadores pinoyes' en el poder nos hablan de su amor a Rizal cuando suprimen, a la vez, toda enseñanza regular y coherente del mismo idioma de Rizal.

Dígales eso a los australianos para que vean el contrasentido y la incoherencia que reina entre los que hacen, y rehacen, en el programa de estudios universitarios en estas islas.

A ver si los tipos que combatieron, y siguen combatiendo, la poca enseñanza regular del idioma español, llegan a ver lo que son en el resultado que ahora nos están dando con su "Taglish".

Dígales a los australianos que el que esto escribe es descendiente de un vice-consul británico, William Wyndham, a quién honran con una ciudad de ese mismo nombre en el norte de Australia.

Dígales también que el nieto de William Wyndham, y tío-abuelo del que esto escribe, cuyo nombre es Guillermo Gómez Windham, había dicho en 1955, que:

"la supresión del español en Filipinas afectará a la larga la misma pervivencia aquí del inglés porque si los filipinos facilmente asimilaron el inglés dentro de solamente los primeros 50 años de dominación norteamericana, la razón tras ese triunfo es el idioma español que ya lo tenían los mismos filipinos como su lengua nacional".

Pero, el sectario prejuicio anticatólico que vertebra toda esa campaña de borrar totalmente la enseñanza regular del idioma español en colegios y universidades filipinos, ha podido más que la lógica y el sentido común del DECS y del actual CHED.

Mas, el fomento del "Taglish", que ya es casi oficial, sospechamos que se hace para que el mercado impuesto de las películas, los CDs, las "balas de casette" (como aquí se llama el caset-tape en inglés), los libros, los tebeos, y los videos usenses, no se pierda, siquiera, puesto que representa una buena tajada que se retira de lo que es la reserva nacional filipina en dólares que, a mucho costo y trabajo de esclavos, remiten los pobres labradores, las pobres domésticas y las pobres "entertainers" filipinos forzados a buscar "trabajo" en otros países.

El 'Taglish", como es obvio, sirve a dichos intereses sectarios de unos usenses en menoscabo, desde luego, del mismo cine filipino además de los intereses del mismo ciudadano filipino.

Pero todo esto, is alright para las masas que viven sin enterarse de nada gracias al DECS que los confunde con el citado "Taglish" o con lo que dicen es "bi-lingual education".

Pero dejemosle al hispanófobo FSC que siga adelante con el "servicio" y "el negocio" que se cree servilmente rinde para el exclusivo bien del amo usense y sectario protestante, --- aunque en el proceso de hacerlo se les esté perpetrando, a la larga, un verdadero genocidio cultural, económico y humano a las masas católicas que componen el mismo pueblo filipino.

Ojalá que el espíritu santo le ilumine en su reconocida, aunque innecesaria, hispanofobia con eso de excluir la enseñanza regular del idioma español en todos los niveles de la 'basic education' del que tanto habla y por el que tanto presupuesto demanda.

Total lo que tenemos al final son japayukis y japayukos, además de los políticos en la legislatura recientemente denunciados por recibir una "payola" de medio millón de pesos cada uno, por aprobar una ley de "electricidad" (power bill) que convirtirá en cenizas de electrucución al ya explotado usuario filipino.

Ojalá le sirva lo que antecede en la conferencia que ha de dar en Australia sobre el 'Taglish' como otro virus más de "I love you", de supuesta fábrica pinoy neocolonial o TNT flip, (cosa que personalmente no creo) en lo que debiera ser un estudio de lo que es la comunicación. Un fuerte abrazo:

Guillermo Gómez Rivera.

P.D. Perdóname la ironía 'noli-me-tangeriana' con que te escribo lo que antecede. Pero estarás conmigo de que ha de amenizar un tanto su lectura.

Después de todo, la fórmula rizalina es, en el estilo de escribir, lo que más aman los muy patriotas Only English-ispokening de aquí.

Gracias por las observaciones, don Guillermo. Y si tengo la oportunidad de ir a Australia para esa conferencia de linguistas, tendré en cuenta sus consejos. Siempre su servidor y fiel amigo.--EF

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Subjeto o Tema: Respuesta #2, 26 mayo año 2000
Proveniente de: Guillermo Gómez Rivera, ggr_flamenco@hotmail.com

NOTAS PARA ELIZABETH MEDINA, F. TORRES HIDALGO GATO, RAMÓN JACINTO Y LAGTAPON, BRIAN VERGEL DE DIOS, CARLOS VICTOR IGLESIAS, ALFREDO CHICOTE, JACQUES SCHNABEL Y FRED HILL.

1. HOLA LIZ:

¡Enhorabuena por ese Partido Humanista! Sus fines humanitarios merecen el apoyo de todas las personas de buena voluntad. Puede contar con mi apoyo.

Gracias también por la copia del Movimiento Democrático Militar de Filipinas cuyo "LLAMADO DE MIEMBROS DE LAS FUERZAS ARMADAS PARA LA DIMISIÓN DEL PRESIDENTE ESTRADA" lo encuentro interesante.

Y digo 'interesante" porque me parece curioso que haya un grupo militar aparentemente partidista; ---- puesto que, en el fondo, apoya la postura neocolonial usense que el expresidente Fidel V. Ramos representa dentro del contexto filipino, tanto en la economía como en la política.

Mientras el citado llamado dice que defienden la supremacía civil sobre lo militar, invoca, sin embargo, y de forma insosteniblemente la constitución para declararle "una guerra" al Presidente Estrada, -----que es el Comandante en Jefe de las fuerzas armadas según la misma constitución o ley orgánica que se invoca.

Estrada muy bien les podría declarar amotinados y castigarlos como es debido.

Los argumentos que nos dan sobre el Presidente Estrada siendo una amenaza a la integridad nacional de Filipinas son algo exagerados. Esos argumentos,

en mi humilde parecer no son precisos. Son vagos.

Para los que vivimos en el país, el Presidente Estrada, por más defectos personales y por más errores que cometa en política, no puede representar "una amenaza" a la integridad nacional filipina.

Por de pronto, la postura que ha tomado frente a la rebelión y al terrorismo en Mindanao es hasta laudable porque es él el que declara que "la integridad nacional no puede ser objeto de negociaciones".

La que ha comprometido la "integridad nacional" fue Cory Aquino al incluir en su innecesaria Constitución de 1986-87 el concepto de una "Muslim Mindanao". Y el expresidente Ramos tampoco ha hecho algo definitivo con respecto del problema en Mindanao.

Para colmo de males, fue Ramos el que ha venido fomentado el concepto de la "globalización" que, para la mayoría de los filipinos, no es otra cosa más que un nuevo neocolonialismo económico que vulnera la misma integridad nacional filipina en su patrimonio económico como en el derecho que tiene sobre sus recursos naturales.

No es que querramos defenderle al Presidente Estrada pero no debemos olvidar un hecho contundente. Y ese hecho es: que fue elegido abrumadoramente por el pueblo filipino en su puesto. Ni Magsaysay, ni Cory Aquino, y mucho menos Ramos, fueron elegidos en la medida en que Estrada fue elegido por el pueblo filipino. ¿Es que se quiere anular la voluntad popular?

Y es que, apenas está dos años Estrada en la presidencia y ya se empezó una campaña bien injusta en su contra por parte de los que quieren siempre mandar en este país. De forma cuestionable ante lo que es una democracia, se le vino descalificando mediante un trabajo sucio de demolición en la prensa local.

Y esa prensa, por su propia inmoralidad y por estar vendida al neocolonialismo, se descalifica a si misma como justa fiscalizadora de Estrada.. Conocemos bastante bien a los elementos que mueven esa prensa que ataca porque se les está sobornando.

Lo que pasa es que Estrada, al subir a la presidencia se ha creido, a pie juntillas, que Filipinas es un país verdaderamente soberano e independiente y que él, como presidente, está libre en hacer las decisiones que, a su entender, van a favor de las masas filipinas.

Como un periodista humilde, hemos seguido los acontecimientos en este país dentro de la más estricta imparcialidad. Y lamentamos tener que concluir que la prensa que le ataca de forma indigna a Estrada ha perdido la probidad y el derecho moral de jusgarle y echarle del puesto que el voto inmensamente mayoritario del pueblo filipino, para bien o para mal, le dió.

El Presidente Estrada es, aparentemente, un hombre de mediana inteligencia y tiene sus propias ideas de filipino sencillo y ordinario. Pero tiene su propio criterio y dice lo que siente y lo que piensa. Es verdad que lo que ha dicho en distintas ocaciones no ha caido bien a mucha gente.

Pero, si de verdad ha violentado el juramento que hizo como presidente, pues está la legislatura que bien puede empezar un proceso de destitución o impeachment. Es lo democrático hacer. Los mismos electores pueden organizarse, si es que quieren, en un enorme comité, con tal de que sean un millón o más, para dar comienzo al proceso del impeachment.

Pero eso de meramente demandar que se marche de su silla presidencial porque se les antoja a unas elementos de que constituye "una amenaza a la integridad nacional" no es nada justo porque no es nada democrático ni constitucional.

Y los ataques groceros del TIME y del NEWSWEEK a Estrada, han servido para precisamente fortalecerle ante el filipino ordinario que le eligió, puesto que ya no son pocos los filipinos los que se vienen dando cuenta del intervencionismo usense, o norteamericano, en un asunto tan interno como lo es la capacidad, o la incapacidad, de un presidente filipino.

Vengan pruebas y que se sigan las leyes del impeachment si de verdad se le debe destitutuir, con razón, al popularmente elegido Presidente Estrada.

Eso de organizar encuestas cuestionables para demostrar que Estrada ha perdido su "mandate", tampoco puede servir de base para anular el voto abrumador que el electorado filipino, ignorando las usuales intervenciones del neocolonialismo, le dio a Joseph Estrada.Y eso será lo que les da rabia y les saca de quicio. El intervencionismo es lo antidemocrático.

Un abrazo, Liz: GGR.

2. HOLA DON F. TORRES HIDALGO GATO:

Son atinadas todas sus recomendaciones para la pervivencia del idioma español en Filipinas. Y, dichas recomendaciones resultarían en exitosas si el gobierno filipino, y su pueblo, se proponen a ponerlas verdaderamente en ejecución. Para que así se haga, deben ser los mismos latinos de Estados Unidos los que debieran decirles a los mismos filipinos que están en Estados Unidos lo equivocado que es el abandono que hacen del idioma español en el mismo sistema educativo de Filipinas.

Imaginense lo que se lograría si son los millones de latinos usenses, además de los centro y sud-americanos, los que han de venir recordandole a cada filipino sobre la pérdida de su identidad como pueblo al menos que recuperen el idioma español. .

Se encontrarán, por cierto, con filipinos que viven ignorantes sobre este tema o que son inclusive hostiles a la idea de lo hispánicos que debieran ser. Y son a éstos a quiénes se les debe buena, pero firmemente informar.

Saludos y un abrazo.

Guillermo Gómez Rivera

3. HOLA AMIGO RAMÓN JACINTO Y LAGTAPON.

En su correo pregunta cómo es la labor del Instituto Cervantes en Manila. Yo diría que está bien a pesar del radio reducido de su esfera de acción. Siquiera es una presencia cultural definitiva.

Pero, ha de tener mucho más éxito el IC si además pone en marcha un programa de aproximamiento entre los filipinos de habla criolla en Cavite como en Zamboanga. Debiera organizar, el IC, en estas dos ciudades, una universidad que ofrezca, en español, las primeras letras, la secundaria y cursos universitarios con la garantía de enviar a España, para trabajar por un tiempo, a los alumnos aprovechados. Es decir, poner al alcance de los criollo-hablantes (chabacano) una educación en español.

Después de una estancia fructífera en España, los beneficiados volverían a sus ciudades para constituir un nuevo elemento que ha de amiliorar económica como culturalmente, a todos los caviteños y zamboangueños para que estas comunidades sientan que, al incrementar su hispanización, han de incrementar más aun su progreso comunitario.

Un proyecto-programa de esta índole no costaría mucho a España. La agencia española de cooperación internacional podría volcarse en lo que aquí proponemos y no ha de tardar mucho y el idioma español en estas islas tendría a la larga un nuevo foco potente. Este proyecto se debe mirar como una inversión española para su futura presencia en Asia. Es cuestión de estudiar esta propuesta y llevarla a cabo con gran tino. GGR.

4. HOLA, AMIGOS BRIAN VERGEL DE DIOS Y CARLOS VICTOR IGLESIAS:

En su libro "Roots of the Filipino", el Dr. Onofre Corpuz no dice que la verdadera raíz de lo filipino, y de todos los filipinos de nuestros días, es el Estado Filipino que el 24 de junio de 1571 Legaspi fundó al establecer Manila como la capital de ese mismo Estado Filipino bajo la égida de la Corona de España.

Al fundarse ese Estado Filipino con la fundación de Manila, todos los anteriores estados étnicos existentes en estas islas, se unieron bajo la autoridad de ese mismo Estado Filipino para luego echar las bases de lo que ahora es la nacionalidad filipina.

Al hablar de "estados étnicos", me refiero, desde luego, a, respectivamente, los tagalos, los ilocanos, los pampangueños, los bicolanos, los bisayas y los lumad de Mindanao que ya existían como pequeñas naciones isleñas antes del arribo a este archipiélago de los españoles.

Y los constituyentes de aquellos diferentes estádos étnicos que ya existían en estas islas antes de 1571, . aceptaron, mediante un sínodo en 1591-93 (Vid. the Hispanization of the Phlippines por Phelan) al Rey de España como su Rey y se hicieron súbditos españoles, una condición que hoy sería equivalente a lo de ser "Spanish citizens" o ciudadanos españoles.

(Este fundamental dato no lo dice el Dr.O.D. Córpuz porque los filipinos de hoy se van a percatar que cuando sus islas fueron anexionadas por la fuerza por Estados Unidos, los filipinos jamás fueron concedidos la muy codiciada "American citizenship", a pesar del partido Federalista de Pardo de Tavera et al. y a pesar de imponerse la mala costumbre desfilipinizadora de hablar un inglés de solamente quince mintuos después de los cuales tiene que revertir al vernáculo indígena. Naubusan!)

Antes de la fundación de Manila, el filipino, ni lo filipino, NO existía. No existía ni como concepto ni como individuo, ni como colectivo comunitario que respondía al nombre de filipino. Existían, sí, los tagalos con su lengua, sus leyes, su cultura, sus tradiciones y sus economías de subsistencia. Rxistían también todos los otros estados étnicos conformados por los ilocanos, los bisayas etcétera. Pero aquellos prehispánicos tagalos, bisayas, ilocanos, como todos los otros grupos étnicos ya existentes, tan solamente empezaron a ser Filipinos cuando se adhirieron, voluntariamente o no, al Estado Filipino fundado por Legaspi en nombre de España.

Andando el tiempo, ese mismo Estado Filipino adquirió una cultura homogénea mediante el catolicismo que la labor misionera de los frailes españoles emprendieron con bastante éxito. Tras la fundación de ese Estado Filipino, los misioneros españoles fundaron todos los municipios que hasta hoy vertebran a ese mismo Estado Filipino. Varios sitios hacían un barrio. Varios barrios hacían un municipio o pueblo. Varios pueblos hacían una provincia. Y todas las provincias unidas conformaban y vertebraban lo que es, en fin, el Estado Filipino.

Y ese Estado Filipino llegó a tener su propia cultura con la cultura española como el elemento unificador de todas las anteriores culturas indígenas y prehispanas. Ese mismo Estado Filipino también tuvo al idioma español como su idioma oficial juntamente con los idiomas indígenas, como el tagalo, el bisaya, el ilocano etcétera, como lenguas secundarias. De hecho, cuando ese mismo Estado Filipino se declaró independiente de España en 1898 escribió en Malolos, Bulacán, su ley orgánica en español, canto su himno nacional y expidió sus leyes y proclamas en español. En español, señores, y nunca en inglés.

Pero, vinieron los usenses y le declararon una guerra injustísima a ese mismo Estado Filipino, ya convertido en República Filipina en 1898, y hay testimonios que nos dicen que los invasores norteamericanos masacraron a la sexta parte de la población de ese mismo Estado Filipino en 1898 (Vid. "The Philippines, land of broken Promises", p. 33, by James B. Goodno),además de confiscarle su reserva en oro y plata valorada en más de cien billones de dólares (Vid.: Carta de la viuda del pintor Juan Luna, Soledad Vital, Iloìlo 1952).

El resto es la infeliz historia actual de los empobrecidos filipinos que nos habla de su endeudamiento a los prestamistas usenses, la crisis en Mindanao, su crísis de identidad por la pérdida del idioma español, el sueño, o la "illusion", de unos "pinoyes" de hacerse flips o ciudadanos usenses, aunque de quinta clase, porque descubren que ser ciudadanos filipinos es una desventaja económica amen de una desgracia debido al neocolonialismo en inglés fracturado.

Esta es la raiz del pueblo filipino que el Dr. Onofre D. Córpuz, como buen siervo del explotador neocolonialismo usense ignora, o no entiende porque no quiere entender. Para colmo, lo que hace es, como bien lo dice Brian, es lo que sigue:

"It (the Corpus book on "Roots of theFilipino") primarily talks about the history of the Philippines from the barangays to the early pueblos and to the American occupation. ……. but the book had an anti-hispanic tone that invoked on its readers in which I disagree in. There was even a passage that describes Filipinos having an illusion of a Spanish Heritage and American -run society."

An Illusion?! El Dr. O.D. Córpuz, cuando era el "ministro de educación", también se distinguió por su campaña de "scrap Spanish" en los años de la década de los 70 y 80, cuyo objetivo era quitar la enseñanza del idioma español y la literatura filipina como asignatura regular en el programa general de estudios para el nivel universitario.

La campaña nos lo haría para adular a los sectarios WASP usenses los cuales, mediante los actuales políticos "English-spokening" endeudan a todo el pueblo filipino al WB y al FMI. Hasta los filipinos que todavía no nacieron ya están con el yugo de endeudados. Y nos van a hablar con un "anti-hispanic tone" al escribir sobre "The roots of the Filipino"?

Su carrera de "minstro de educación" terminó con un extensamente publicado accidente vehicular que resultó en la muerte de una conocida nuestra que, de joven, bailaba en Bacolod bailes españoles como alumna de María Vicenta "Baby" Gamboa de Bonin.

La hispanofobia latente y sectaria del Dr. O.D. Corpuz fue posiblemente adquirida por él de sus mentores WASP usenses que le desfilipinizaron y le despistaron, en cuanto a la esencia misma de la historia y de las "roots of the Filipino". La hispanofobia es un "built-in", o consubstancial en él, muy ab initio por el antifonético idioma inglés que le endilgaron mientras le privaban de un conocimiento cabal del idioma de los Rizal y de los Recto. Y es por eso que, como historiador e intérprete de las "Roots of the Filipino" es, para nosotros, un perfecto fracaso por más datos y documentos que aporte y cite pero que deja de interpretar cabalmente como debiera. De allí, le debemos compadecer.

Como el Dr. O.D. Corpuz tenemos a muchos "new Filipinos" que quieren ser historiadores, pero lo que terminan haciendo en su inglés prestado es una burda propaganda pro-usense y anti-española con el pueblo filipino quedando en un limbo en cuanto a sus verdaderas raíces culturales, historia y socio-economías.

Otro como O.D.Corpuz es Teodoro A. Agoncillo (que en gloria esté) que escribe un "A history of the Filipino People" pero que, en la página 6 de ese mismo libro suyo, dice que "It is difficult, if not impossible, to define what is Filipino…." Otro que nunca se enteró de que todo lo que es filipino deriva de ese mismo Estado Filipino organizado en 1571 por los españoles y cuya capital, o cabecera, fue Manila.

No hace falta discutir aquí de si los españoles eran malos o buenos porque su tiempo ya pasó. Pero si hemos de hablar de las raíces del filipino, no podemos ignorar la fundación del Estado Filipino en 1571 y su desarrollo hasta 1898 cuando se convirtió en una República de Filipinas que, entre tantas otras cosas positivas, fue la primera República establecida en todo el Asia y que hablaba en español.

Pero, cien años después de la "benévola asimilación" WASP norteamericana, nos encontramos con una Filipinas deteriorada y miserable y en plena crisis espiritual, lengual (forzada a hablar en taglish o inglés fracturado tras privada del idioma español), cultural, política y económica. Y, ¿eso es progreso?

¿Será por eso que, en una encuesta hecha por la Dr. Milagros Doronila de UP, sobre sus alumnos de high school éstos contestaron que no quieren ser filipinos porque prefieren ser o japoneses, o norteamericanos, o coreanos o chinos? Todo menos filipinos. Y, ¿eso es progreso educativo cultural social y económico?

Nos parece que no lo es, porque lo que tenemos en realidad es un terrible retroceso gracias hasta ahora al (Ministry of Education, Culture & Sports) el viejo MECS de Mr. Corpuz, luego DECS, y a la sectaria CHED. ¿Mabuhay?--GGR

5. HOLA AL DR. LEANDRO TORMO

En su conferencia sobre Magallanes frente a Lapulapu (su nombre verdadero es Calipulaco porque éso es un pez) el Dr. Leandro Tormo podría haber enriquecido más aun su mensaje si hubiese leido al auditorio estos versos de un chino cristiano, luego felipeno, sobre los dos protagonistas de Mactán.

Estos versos fueron publicados no hace mucho por la revista chino-filipina TULAY órgano de Kaisá, una asociación de chinos advenedizos que quieren compenetrarse con lo filipino.

Su autor se llama Carlos Calao, principal de la comunidad china de Baybay, Binondo. Los escribió en 1614 y demuestra que "Lapulapu" nunca fue conocido como un "héroe nacional" en aquellos tiempos puesto que los que así le inventaron fueron los invasores usenses de 1900. Dice:

"Que Dios le perdone al salvaje,/ Al régulo de Mactán,/ Que no entendió la palabra,/ De Dios en el Capitán, Magallanes, a quién muerte/ Dio por orden de Satán,/ El enemigo de Cristo, el Ponsoñoso alacrán.

"El capitán Magallanes los invitó a servir,/ Al verdadero Dios nuestro,/ Mas, aquel régulo vil, llamado Cali Pulaco,/ No quiso ver ni sentir, /La dádiva de la Fe,/ Y nos lo hizo morir.

"A dos cientos cobardes, Cali Pulaco mandó,/ Que se le tire arena, en los ojos a traición,/ Y con pedradas y palos,/ Se le cayera el toisón. /¡Un hombre contra dos cientos, /Salvajes sin corazón!

"Mas, no fue en vano la muerte, /Del noble Conquistador. / El niño Jesús que se entrona, /En Cebú es hoy la flor,/ Que a su martirio perfuma. Nadie recuerda al traidor,/ Que a Magallanes do muerte, /Tal vez, otro vil traidor."

No es prolijo concluir que "Lapulapu" fue hecho "héroe" porque en mucho les convendría a los sectarios WASP en su agenda de convertir al Protestantismo a todos los filipinos de hoy.

Si con la conversión al Protestantismo igualmente se concede la ciudadanía usense, casi todos los filipinos de hoy se harían Protestantes conociendo su gran deseo de vivir en Estados Unidos.

De hecho, ¿Por qué no convierten a Filipinas en un estado más de Norteamérica como en efecto lo hicieron con Hawaii?--GGR

6. HOLA SR. JACQUES A. SCHANABLE

El libro "Crónicas" por José Rodríguez está en inglés. Hay muy pocos libros aquí en español. Desde luego que hay libros en inglés, pero es una élite muy minoritaria la que verdaderamente lee. Los mismos periódicos en inglés no tienen muchos lectores. En un país como Filipinas de casi 80 millones de habitantes, la tirada y circulación combinada de todos los diarios en inglés apenas rebasan los medio millón. La información se da predominantemente en tagalo por la radio.

Con gusto asistiré a su señora a localizar algunos libros en español. Busquenme en STEPS Dance School, Calle Mayapis esquina de Bakawan, en Makati, los martes y jueves de 9 a 12 de la mañana, y de 1 a 2:30 de la tarde. O llamen a la asistente Lilia de STEPS tel. 892 8114. Saludos.--GGR

7. HOLA SR. FRED HILL.

No hay una limpieza de etnias en Mindanao. Esa información es inexacta. Lo que hay es demasiado política e ignorancia. Lo que se está haciendo es poner en alto el terrorismo tanto de los MILF y los del grupo Abu Sayaff. Los cristianos de Filipinas no se aficionan por lo que se dice "ethnic cleansing" puesto que los víctimas de ese mal son precisamente los cristianos de Filipinas. Y más aun si hablan en español como ha venido ocurriendo desde 1900 a esta parte.

En UP se les vino enseñanado a los Nur Misuari que Mindanao nunca se rindió a los españoles y a base de esa desinformación se les dió a entender a los moros que nunca formaron parte de Filipinas y que Mindanao y Joló son territorios en los que los indígenas católicos cristianos no tienen derecho de poblar.

Para colmo de males, la creación WASP del "Moro Province" los íntegro a los ya dispersos moros para luego engendrar lo que hoy conocemos son el MNLF, el MILF y el Abu Sayaff. El congresista moro, Michael Mastura, que conozco personalmente y que siempre me habla en español, dice que la "guerra" en Mindanao es un negocio que beneficia a los fabricantes de armas de Estados Unidos. Saludos.--GGR

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From: donatpuche@ambitoner.com (Fernando Donat Puche)
To: efaro26164@aol.com

Estimados Sres:

Estoy encantado de haber encontrado su revista y poder comprobar que todavía existe en algunos filipinos la herencia del idioma y la cultura hispana y en otros, el deseo por no perder del todo esa herencia.

Soy pesimista sobre la situación del idioma español, máxime cuando va desaparenciendo la última generación de las personas que a través de sus padres o sus abuelos tuvieron una vinculación con la época de la dominación española. El interés no se funda en el patriotismo Español sino en en el convencimiento de la importancia de la mezcla de culturas que como ningún otro pueblo han tenido y mantenido aquellos pueblos que en algún momento han estado bajo la jurisdicción de la Corona Española. Sería una pena que el idioma desapareciese en la "Perla de Oriente", creo que muchos españoles (y parece ser que ahora también algunos filipinos) se dan cuenta que con ello no solo perdería el pueblo filipino sino y sobre todo la cultura hispana, que perdería en algún modo parte de su riqueza al perder un un foco singular de creación del idioma. Aun permanecen en mi memoria, no sin cierta nostalgia, los tiempos en que en la televisión Española aparecían importantes personajes de la vida social, política o religiosa de Filipinas expresándose en un delicioso Castellano. Ya no lo hacen, ¿será porque no saben?, probablemente. El castellano fue sentenciado a muerte cuando dejó de ser idioma oficial en las Islas Filipinas ¿no es así?. Si antes su mantenimiento era una difícil labor, ahora es una auténtica heroicidad, y para todos ellos, que como ustedes luchan por este objetivo, les brindo mi más sincero apoyo, felicitación y solidaridad. ¿Puedo ayudarles desde mi humilidísima condición? Si es así, díganme de que manera y haré todo lo posible por corresponderles.

Con mis mas sinceras felicitaciones, reciban un cordial saludo.

FERNANDO DONAT PUCHE (Valencia-España)

P.D: He leido en el libro de Manuel Leguineche "Yo te diré...." que entre los fallecidos en el sitio de Baler hubo un tal Roberto Donat natural de Onteniente (Valencia). ¿Será antepasado mio? Es difícil aunque no imposible ya que mi abuelo -al cual no tuve el placer de conocer- era de Onteniente. Quien sabe, quizá ello me vincula más a las Islas Filipinas.

Gracias por sus interesentísimas observaciones y cariño hacia Filipinas. Aunque ha desaparecido la lengua española en nuestras islas, el ser español es fundamental en la identidad filipina, y nadie puede rechazar este hecho.'--EF

From: adoro@ucol.mx
To: EFaro26164@aol.com

Recibí su respuesta y agredezco la atención. Reitero mi disposición a enviar la colaboración para su revista. Si le interesa mi colaboración en un artículo sobre la influencia filipina en la arquitectura del Pacífico mexicano. Dígame la extensión que podría tener el articulo y con mucho gusto lo. Este artículo podría ser util para despertar el interes de algunos lectores que puedan tener información o quieran discutir el tema.

Atentamente,

Adolfo Gómez Amador

Gracias, Sr. Gómez. Claro que un artículo sobre la influencia de la arquitectura en la filipina sería de gran valor arquitectónica para los filipinos. Ya sabe que la arquitectura no sólo ha influido la arquitectura norteamericana y europea, pero forma parte íntegra de la arquitectura filipina. Un artículo suyo será de gran valor.--EF

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