¡Feliz Año a todos ustedes¡ ¡Y feliz quinto aniversario también a esta bitácora, la primera blog castellano en Filipinas!
A todos los seguidores (incluso a críticos) de ALAS FILIPINAS así como FILIPINO eSCRIBBLES, mil gracias por leer mis pensamientos sobre varios temas. Gracias por el apoyo. Lo siento si no he contestado todos sus comentarios y cartas a mí. Es que estoy muy ocupado con mi vida afuera del internet. Pero la verdad es los leo cada uno.
Y para celebrar el quinto aniversario de este blog, les presento a ustedes este poema maravilloso, un tesoro en letras de Hispanidad, de Manuel Bernabé (1890-1960), uno de los poetas más destacados en la Literatura Filipina. El título de esta obra es Filipinas A España, y la he elegido porque representa el alma y las metas y aspiraciones de ALAS FILIPINAS: para que mis paisanos puedan darse cuenta del hecho que la identidad filipina existe y es parte del mundo hispánico...
Mi paisano, Manuel Bernabé de Parañaque.
FILIPINAS A ESPAÑA
—Manuel Bernabé—
I
La dulce Hija, postrándose de hinojos,
dice a la Madre, a tiempo que sus ojos
leve cendal de lágrimas empaña:
— Dios ha dispuesto el término del plazo,
y ya es la hora de romper el lazo
que nos unió tres siglos, ¡Madre España! —
II
¡Madre, sí, madre! Sobre mi haz tendido
va fermentando el anhelar dormido
y el germen abonado se agiganta;
la gratitud es flor del alma mía,
y no muere la clásica hidalguía
donde se irgue tu cruz, tres veces santa.
III
Puede venir el águila altanera
y hundir el corvo pico en la bandera
de gualda y oro, que nos da alegría;
podrán poner a mi garganta un nudo,
que cuando el labio se retuerza mudo,
irá a gritar el alma: “¡Madre mía!”
IV
¡Dichoso instante aquél que vió a las olas
dialogar con las naves españolas,
llevando a Limasawa a Magallanes!
De entonces a hoy, portentos mil se han visto,
y es que el poder de España arraiga en Cristo,
manso y sin hiel, multiplicando panes.
V
Soberbio es tu ideal, como tu gloria.
Largos siglos ataste a la victoria
al carro de tu funesta monarquía.
¿Cómo no amar tu gesta no igualada,
si en las fronteras que humilló tu espada,
el gran disco del sol no se ponía?
VI
Más, no es la espada omnipotente sólo
la que al brillar del uno al otro polo,
obró cien maravillas en el llano:
es la esencia vital de las Españas,
que al invadir palacios y cabañas,
presto eficacia al ideal cristiano;
VII
Quien empuñó con varonil denuedo,
en los tiempos de Lope y de Quevedo,
‹‹el cetro de oro y el blasón divino››;
quien sembró de fe en la individual conciencia
decoro en la mujer, que es otra herencia,
luz en las mentes y oro en el camino;
VIII
La que duerme arrullada por el cántico
de las ingentes olas del Atlántico;
la que empujó a Colón hasta la entraña
del mundo nuevo, que copió su hechura;
la que llevó a los pueblos fe y cultura
y auras de libertad… Esa es España.
IX
España, la invencible soñadora,
que monta rocinantes a deshora,
los toros lidia, viste la mantilla,
ama la jota y al danzón se entrega,
más cuyo acero no es una hoz que siega,
sino arado que pone la semilla;
X
La patria de la vid y la verbena,
que fía a la guitarra su honda pena,
dominadora de la Argel moruna;
la que las tierras incas civiliza,
hidalgo pueblo, de otros cien nodriza,
única madre que meció mi cuna.
XI
Los claustros de tus Cuevas y tus Prados
noche y día miráronse atestados
de hijos nativos del saber amantes;
hiciste héroes y armaste caballeros,
y aún late en el cantar de mis troveros
la dulcísima lengua de Cervantes.
XII
¡Oh, rica fabla espiritual! Simula
cordaje de una citara que ondula,
— es blanda arcilla y música ese idioma, —
claro choque de perlas y corales,
remedo de los coros celestiales
que de Dios mismo su raigambre toma.
XIII
Si lloro, se unifica con mi llanto,
impregna hasta el cundiman cuando canto,
y es en la liza imprecación y alerta.
Podrán hurtarme mis veneros de oro;
pero, al perder tan singular tesoro,
es que habré sido traicionado, y muerta.
XIV
Rizal, Mabini, del Rosario, y Luna,
son vástagos comunes. La fortuna
dejó en su frente un evangelio escrito.
Si yo les di mi maternal entraña,
no empresa mía fué, sino de España,
fundir el alma en su troquel bendito,
XV
La Cruz de Arrechedera y Urdaneta
está en mis cielos, tabla es que sujeta,
cuando zozobra, al bien; porque a despecho
de las más encontradas ambiciones,
tu religión, tu fe, tus tradiciones,
han abrigo recóndito en mi pecho.
XVI
En el curso del tiempo, desenvuelto,
tú, España, volverás, —¿qué amor no ha vuelto?—
presa en la red del propio bien perdido:
serás un ave, enferma de añoranza,
que va a volar cuando la noche avanza,
en dirección al solitario nido…
XVII
Si están ahitos de llorar tus ojos,
y en otros días te causara enojos,
la era de paz y de perdón se inicie.
¡Oh, qué mejor que tras la despedida,
seamos como el agua, en dos partida,
que se torna a juntar en la planicie!
XVIII
…Mientras la vista atónita vislumbra
la luz de redención en la penumbra,
e hijos del alma apréstanse a las lides;
¡vé, Madre! y digan valles y colinas;
‹‹¡Gloria a la Madre España en Filipinas!
¡Loor eterno a tí! Tú, no me olvides.››
Una vez más, un feliz y próspero 2012 a todos nosotros. Que todos aprendamos de nuestros errores del pasado año. ¡Es la hora difundir el amor a todo el mundo! Y que el Señor Dios nos bendiga y guíe siempre, hacia su reino eterno en el cielo. Amen. =)
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