martes, enero 17, 2012

El silencio es la ambrosia de poesía


Foto cortesía de AnaRKasT

Desde Pásig al amanecer, me llevaba un autobús con destino a Calambâ, La Laguna. Era 04:40, después de mi turno de noche. Tuve que ir allí para pagar algunas cuentas que le debemos a cierta empresa. Pero la oficina habré abierta a las 07:00. Tuve que ir a otro lugar mientras me espero.

El autobús que me llevaba fue a viajar todo el camino a Santa Cruz (el capitolio de la provincia de La Laguna), millas de distancia desde mi destino. Se me ocurrió un plan: voy a dormir todo el camino hasta Santa Cruz para evitar una larga espera por la abierta de la dicha empresa.

Me quedé dormido. Después de una hora, el conductor me despertó. Me preguntó de dónde voy a llevar. Todavía estaba oscuro afuera. Le pregunté dónde estábamos.

"Bay". Decidí llevarme de allí.

Yeyette y yo hemos estado en ese lugar pero fue durante el día. Esta madrugada fue diferente. Estaba oscuro, como la noche. El aire era fresco, perfumado por exuberante vegetación. Y la orquesta de insectos nocturnos estaba en todas partes a cada lado de la carretera desolada. Aunque no había viento, había una frialdad — una frialdad refrescante.

Me sentí algo. En la frialdad: el silencio me daba bienvenido a la tranquilidad de la mente. Era algo que yo tenía. En mi juventud. Es aún tengo algo. Pero se duerme.

Tengo que volver a lo que era. Pero, ¿cómo?

La naturaleza es la fuente, la inspiración, de buenos versos. Y un poema lleno de color refleja la belleza de la naturaleza. Se forma una energía divina en la imaginación. Pero el silencio es la clave para liberar esta energía desde la mente.

El silencio (en la naturaleza) es la ambrosia de poesía.

Después de unos minutos de frenesí interno, tomé un jeepney hacia Calamba. Volvía a una realidad dura para mí...