Con motivo del sexquicentenario del nacimiento de Apolinario Mabini, el Señor José Ramón Perdigón del Círculo Hispano-Filipino ha subido una nueva página al mismo sitio web. En su introducción, Don José escribió:
La figura de Apolinario Mabini merece un sitio web con centenares de páginas tan sólo para acomodar su obra escrita. Intentar nada semejante cae muy fuera de los límites de la página Hispano-Filipino. En su lugar, para conmemorar el 150 aniversario de su nacimiento, pareció adecuado escoger de entre su legado escrito la correspondencia que tuvo con el General James Franklin Bell porque condensa admirablemente su visión y las razones que argumentaba para conseguir la independencia de su patria, Filipinas.El 5 de mayo de 1900, el general Arthur McArthur sucedía al General Elwell Otis como Comandante en Jefe y Gobernador Militar de Filipinas. Poco después el General Bell, hasta entonces al mando del distrito de Pangasinán, asumió el puesto de Mariscal General Provoste de Manila. Después de la proclamación de amnistía de junio de 1900, hubo numeroso intentos, sobre todo por parte de Bell, que visitaba a Mabini a menudo, de asegurar la influencia de éste a favor de la paz. Mabini también compareció ante la recién llegada Comisión Taft. Por este tiempo Mabini gozaba de una casi completa libertad de movimiento y escribió para los medios filipinos tanto cuanto creyó oportuno. Sin embargo, no quiso comprometerse a aceptar la soberanía norteamericana. Sus razones se exponen a continuación en la correspondencia que mantuvo con el General Bell.
Sucedió ya la semana pasada (23 de julio) el sexquicentenario del nacimiento del "sublime paralítico" pero es triste e irritante que el gobierno actual no hizo nada para promover ni exponer los pensamientos y pensamientos de este revolucionario batangueño. En cambio, algunos políticos sólo utilizaron el evento para pavonearse, hablar de cosas no relacionadas con la memoria de Mabini. Gracias al Círculo Hispano-Filipino, ahora tenemos otra joya —y en esta lengua divina— que añadir a nuestra lista de tesoros históricos.
Hagan clic aquí para leer la correspondencia Bell — Mabini.
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