viernes, agosto 27, 2010

El rescate policial de un autobús en Parque de Rizal: una vergüenza internacional


Foto cortesía de El País.

El secuestro de un autobús de turistas chinos tomado como rehén en el Parque de Rizal, Manila el lunes pasado ha terminado de forma trágica y sangriente. Y al final, lo deshonró la reputación internacional filipina en relación a turismo.

Tomaron rehenes por un ex-policía muy decorado, Rolando Mendoza de la Policía Nacional de Filipinas, que enloqueció debido a su expulsión de su trabajo. Según él, destituyó de su trabajo debido a los delitos penales que estaban presentado contra él. Pero hasta su último aliento negó las acusaciones. Pues, por pura desesperación, tomó como rehenes a esos pobres turistas de modo que su voz sea oída.

¡La crisis tomó doce horas! Y vergonzosamente, en el visto lleno del mundo entero, la policía filipina se ha cargado su trabajo. Muchos de los rehenes fueron matado, incluyendo el criminal. Muchas veces Mendoza se mostró a la entrada del autobús a lo largo de ese día pero los francotiradores hicieron nada. Claro, si ellos le tiraran más temprano, ninguna de esta vergüenza habría pasado.

Ahora, hay informes no confirmados que hay unos filipinos trabajando en Hong Kong que perdieron sus empleos. ¿Qué tipo de estupidez es esto? Todos de nosotros filipinos estamos avergonzados de lo que Mendoza (incluso la tontería de nuestra policía) hizo. Pero Mendoza no representó a la gente filipina. Si estos informes son verdaderos, aquellos patrones chinos deberían ahorrarles a nuestros trabajadores filipinos (pero así es, hay muchos estúpidos en el mundo).

Basta ya con echando culpas. Sí, sí, sí, es la culpa de la policía, los medios masivos de comunicación, y hasta Presidente Aquino si es lo que quieren oír, etc. Pero esto es más importante: Mendoza se volvió loco porque --en su mente desesperada-- era una víctima de injusticia. Todo lo que él quiso debía recuperar su trabajo y limpiar su nombre manchado.

De alguna manera, le creo. No, no justifico su delito. Mi punto es que, indirectamente, la injusticia lo hizo a Mendoza un criminal loco. Él reivindicó fue quitado de su trabajo sin el proceso debido...

Para evadir este fracaso sangriente en el futuro, el Presidente Aquino debería combatir no sólo la corrupción sino la injusticia también.

1 comentario:

rolando dijo...

Trataré de leer los temas más tarde pero por el momento solo diré que me agrada ver hasta donde ha llegado la hispanidad. Filipinas suena tan lejos a México pero fueron una por un tiempo.