viernes, octubre 31, 2014

Undás: una herencia española

El tráfico era horrible cuando mi autobús pasó por el South Luzón Expressway y EDSA hace unas horas. Por eso llegué tarde a mi cita todas las noches. Ese tráfico malo era inesperado. Pero entonces, me di cuenta de que el Día de Muertos (o Día de Todos los Santos) está a la vuelta de la esquina. Muchos filipinos van a sus provincias de origen para visitar a su amada muerta.

Aquí en Filipinas, esta fiesta se llama también como undás (a decir verdad no sé si es una palabra española). Lo que sé es que heredamos esta ocasión de los españoles, particularmente de México porque Filipinas fue gobernado por el Virreinato de Nueva España desde 1565 hasta la independencia de México en 1821. De hecho, hemos heredado más de México que de España (de todos modos, México sigue siendo hispánico). Además, todos los países hispánicos también conmemoran sus familiares difuntos cada 1 (y 2) de noviembre.

Aquí en Filipinas, que es predominantemente Católica, el Día de los Muertos es una celebración solemne y está enfocado en la familia. Es un tiempo para reuniones familiares a pesar de que tuvo lugar en los cementerios. Como tal, están llenas de personas de todos los ámbitos de la vida los cementerios de todo el país.

Yo soy simplemente molesto, sin embargo, que muchos filipinos de hoy han adoptado este día de fiesta extraña llamado de Halloween (cae el día de hoy) que comercializa trajes y decoraciones de cadáveres, demonios, duendes, brujas, arañas y telarañas gigantes, y otros monstruos. Esta fiesta comercializada no es sólo Filipino sino una creación demoníaca por los WASP usenses. Es por eso que mi familia no la celebra más. Y lo más importante, no hay una buena razón para celebrarlo.

Mis antepasados ​​españoles en Unisan, Provincia de Tayabas. Manuel Bonilla, un criollo español, es el padre de Rafaela Bonilla vda de de Évora (abuela de mi padre). Querina Villa es la madre de Manuel. Petra Amoranto es la madre de Querina. ¿Dónde están las tumbas de sus esposos?


Estoy triste por el hecho de que no he visitado los miembros de mi familia difunta (de lado de ambos mi padre y madre) durante muchos años ya en esta fiesta muy filipina. Mi trabajo actual me impide hacerlo. Pero estoy seguro de que muchos filipinos de hoy, a pesar del tráfico que fui testigo anterior, están también vinculados a las "circunstancias capitalistas".

Espero que un día, me gustaría ser libre de esta esclavitud corporativa para que pueda disfrutar todas las fiestas filipinas. Qué mis familiares difuntos rueguen para mí y para mi familia.

martes, octubre 28, 2014

Mi Patria

Este bello poema patriótico, escrito por el Príncipe de los Poetas Filipinos en español, Fernando Mª Guerrero (1873-1929), fue publicado en la primera edición del periódico revolucionario La Independencia en 3 de septiembre de 1898. Guerrero, que fue también el Poeta de la Revolución Filipina contra los yanquís, era uno de los escritores del dicho periódico que fue editado por el famoso General Antonio Luna. Mi Patria es considerado como uno de los mejores poemas de Guerrero. Sus versos exaltan la belleza física y espiritual de Filipinas.


MI PATRIA
Fernando Mª Guerrero

I     Filipinas es un nido
formado de hermosas flores;
es un idilio de amores
sobre un mar embravecido;
es el delirio querido
que mi cerebro obsesiona;
es la impávida matrona
que, heredera de titanes,
tiene por solio volcanes
y centellas por corona.

II     Filipinas es la maga
cuyos oráculos santos
calman los lloros y espantos
del corazón que naufraga;
es vino cordial que embriaga
con su ardor la fantasía;
es hechizo que extasía,
y es, en fin, eterna palma
que un henchido de calma
con sus lágrimas rocía.

III     Mi tierra es noble y hermosa,
porque es su asiento el Oriente;
tiene estrellas en su frente
y en sus labios miel de rosa.
Cuando sonríe amorosa
la aurora le da sus rayos;
mas si padece desmayos
porque la hieren abrojos
brotan tristes de sus ojos
los crepúsculos malayos.

IV     Frente a lujosa floresta
donde un río se destaca,
recostada en una hamaca
duerme el sopor de la siesta.
Las auras forman su orquesta,
un palio azul la sombrea,
y cuando la noche ondea
su obscuro y tupido manto,
hirviente arrullo de llanto
por sus mejillas serpea.

V     Mi tierra es hada divina
que a mil caprichos se entrega:
suspira, retoza y juega
bajo la onda cristalina:
rompe el tul de la neblina
que arropa selvas de cañas,
y al trepar a las montañas
rojas al sol de la tarde,
bendice la lumbre que arde
en las pajizas cabañas.

VI     Mi tierra noble y bendita
no cría en sus bosques fieras,
sino palomas ligeras
y flores de sampaguita.
Quien sus rincones visita
halla sombra hospitalaria:
¡aquí se abraza hasta al paria,
porque mi encantado suelo
es un pedazo de cielo
puesto en la mar solitaria!

VII     Aquí son las alboradas
una ignición de rubíes;
aquí son nuestras huríes
tan tiernas y apasionadas
que funden con sus miradas
hasta las almas de hielo,
que dan, en un beso, el cielo
y que, con la fe de un niño,
fían a nuestro cariño
su corazón, sin recelo.

VIII     ¡Oh, tierra de mis amores,
santa madre de mi vida,
que vertiste, en mi alma herida
el aroma de tus flores!
Llora, si tienes dolores,
si sueñas ser grande, espera;
pero te juro que fuera
para mí suerte afrentosa
ver nacidas en mi fosa
hierbas de savia extranjera.

sábado, octubre 11, 2014

Himno al Castellano

Federico Espino es de Pásig. Después de haber estudiado el castellano en la Universidad de Santo Tomás en ocho semestres, lamentaba no haber conseguido dominar el sonoro idioma del Manco de Lepanto; poco más tarde se enamoró locamente del castellano y se puso a estudiarlo con ahínco. No tardó en descubrir sus secretos literarios y hasta logró componer poesías al estilo de otro Federico — el poeta universal de Granada, García Lorca. Guillermo Gómez Rivera le guiaba.
 —Del libro conmemorativo 80 AÑOS DEL PREMIO ZÓBEL por Lourdes Brillantes.


HIMNO AL CASTELLANO
Federico Espino

Late cual tambor tu centro sistólico
en el pecho del Cid,
pleno de sangre viva que fermenta
cual zumo de la vid,
púrpura ardiente que canta el la lid.

Reluces como la luna eucarística
en cantigas sagradas,
en himnos de tus místicos que vuelan
cual graciosas bandadas
a divinas alturas azuladas.

Brotas rimas tu verde poesía.
Y en el recuerdo crece,
ramillete encendido que en pensiles
Ibéricos florece,
versos del vate que nace y renace.

Publicado por primera vez en su colección de poesías, CARAS Y CARETAS DEL AMOR (Quezon City: Bustamante Press, 1970, p. 25).

jueves, octubre 09, 2014

¡Nosotros filipinos somos hispanos!

Hola. Buenas tardes, amigos. En conmemoración del Mes de la Hispanidad, como un filipino patriótico tengo esta sencilla declaración. Y esto va a ser muy breve...

Si yo no soy hispano, entonces yo no soy filipino.

Porque, de por sí, la Historia y la Divina Providencia ya decretaron este hecho.

Bandera de la Hispanidad.

¡Viva La Hispanidad!