lunes, julio 25, 2011

Academia Filipina de la Lengua Española (Correspondiente de la Real Academia Española)

La Real Acadamia Española (RAE) estableció un sucursal en Filipinas el 25 de julio de 1925. Oficialmente se llama la Academia Filipina de la Lengua Española, pero es más conocido simplemente como la Academia Filipina. Coincidentemente, 25 de julio fue el Día Español, un día muy especial para los filhispánicos nacionalistas de esa época (en realidad, la fecha de la fundación de la Academia Filipina es la fiesta del Apóstol Santiago el Mayor, patrón de España). Pero antes de su establecimiento, ya habían escritores filipinos que fueron elegidos como correspondientes:

1911
Macario Adriático

1918
Fernando Mª Guerrero
Tirso de Irureta Goyena

1919
Claro M. Recto
Manuel Mª Rincón

1923
Ignacio Villamor

Cuando los oficiales de RAE y los correspondientes filipinos se establecieron formalmente la academia eligieron los siguientes ilustres como correspondientes:

1926
Mariano Jesús Cuenco
Pascual B. Asanza
Pedro Sabido
Manuel C. Briones
Rafaél Palma
Manuel Bernabé

1930
Cecilio Apóstol
Jaime C. de Veyra
Teodoro M. Kálaw

1931
Leoncio González Liquete

1933
Norberto N. Romuáldez

1938
Pedro Aunario
Francisco Liongson

1939
Antonio M. Abad
Ramón Escoda (padre de mi amigo, el historiado José Mª Bonifacio Escoda)
Adelina Gurrea
Enrique Magalona (abuelo del filipino músico Francis Magalona)
Antonio M. Molina
Bienvenido de la Paz
Agustín Pérez Lizano
Joaquín Ramírez de Arellano

1940
Jorge C. Bocobo

1941
Arsenio N. Luz
Francisco Varona

1947
Lorenzo Pérez Tuells
Emeterio Barcelón y Barceló
Enrique Fernández Lumba
Evangelina Guerrero de Zacarías
José Lauchengco

1958
José Mª Delgado
José Gutiérrez David
Arsenio Dizon
Miguel Cuenco
Alfonso Félix

1965
Gloria Zóbel de Padilla
Carlos P. Rómulo
Manuel Abella
Fidel A. Reyes
Rafaél S. Ripoll
Alfredo Roa
José G. Villanueva
Francisco Zaragoza
Antonio M. Molina

En el sitio web de RAE está escrito que la Academia Filipina sirve "como un estímulo más a la conservación y expansión del español en aquella región oriental en la que nuestra lengua ha sido un importante vehículo de comunicación y de cultura". Aunque el idioma español dejó de ser una lengua oficial de Filipinas en 1987, la academia sigue siendo considerada como una institución estatal. Ahorita, la junta directiva de la Academia Filipina de la Lengua Española son los siguientes:

Sr. D. José Rodríguez Rodríguez, director honorario.
Sr. D. Salvador B. Málig, vicedirector y tesorero.
Sr. D. Wystan de la Peña Salarda, secretario.
Sr. D. Guillermo Gómez Rivera, bibliotecario y coordinador.

Aquí son los académicos actuales de número por orden de antigüedad:
Sr. D. Guillermo Gómez Rivera
Sr. D. Edmundo Farolán
Sra. D.ª Lourdes Carballo
Rvdo. P. D. Fidel Villarroel, O. P.
Rvdo. P. D. Pedro G. Tejero, O. P.
Sr. D. Ramón A. Pedrosa
Sr. D. José Rodríguez Rodríguez
Rvdo. P. D. Diosdado Talamayan y Aenlle, D. D.
Sr. D. Alejandro Roces (1924-2011)
Sra. D.ª Rosalinda Orosa
Rvdo. P. D. José Arcilla, S. J.
Sra. D.ª María Consuelo Puyat-Reyes
Sr. D. Francisco C. Delgado
Sra. D.ª Gloria Macapagal-Arroyo
Rvdo. P. D. Miguel A. Bernad, S. J.
Sr. D. Benito Legarda
Sr. D. Salvador B. Málig
Sr. D. Alberto G. Rómulo
Sr. D. Wystan de la Peña Salarda
Sr. D. Hilario Ziálcita y Legarda (1913-2011)
Sra. D.ª Lourdes Castrillo de Brillantes
Sr. D. Regino Paular y Pintal
Sr. D. Emmanuel Luis A. Romanillos
Sr. D. José Mª Cariño y Ancheta
Sr. D. Macario M. Ofilada, III
Sr. D. Erwin Thaddeus Bautista Luna
Sr. D. René Ángelo Prado Siñgian
Sr. D. René S. Salvania
Sra. D.ª Trinidad O. Regala
Sra. D.ª Daisy López

Académicos electos.

Emmo. y Rvdmo. Sr. Cardenal D. Ricardo Vidal



¡Un feliz aniversario a la Academia Filipina de la Lengua Española! Rezo que esta institución tuviere un papel más activo en traer de vuelta la lengua española en Filipinas como nuestra lengua nacional/oficial.

El castellano, único idioma nacional

El abogado Tirso de Irureta Goyena vivió en una época cuando el idioma español era el idioma filipino predominante pero fue poco a poco de ser "devorado" por el idioma de los invasores estadounidenses: el inglés. Alarmado por el ataque, escribió varios artículos para defender el estado de la lengua española en Filipinas.

En este blogpost publico uno de sus artículos titulado "El Castellano, Único Idioma Nacional". Este artículo fue seleccionado de su libro POR EL IDIOMA Y LA CULTURA HISPANOS. Es una colección de ensayos suyos que fue publicada el 1917.

En "El Castellano, Único Idioma Nacional", Irureta Goyena argumenta por qué el español debe ser el único idioma nacional de las Filipinas.


El Señor Don Tirso de Irureta Goyena (con su chófer japónes). Foto cortesía del fotógrafo Alex Waterhouse-Hayward, nieto del Sr. Goyena.

EL CASTELLANO, ÚNICO IDIOMA NACIONAL
Tirso de Irureta Goyena


Algunos opinan, al parecer, por la dualidad de idiomas en nuestro país, sosteniendo que ambos á dos, el castellano y el inglés, pueden constituir á la vez los idiomas nacionales de Filipinas. El idioma castellano es el idioma de un pasado de tres siglos, el idioma de las tres primeras centurias de civilización europea en el país, el idioma de epopeya y de los patriotas de la época revolucionaria. El inglés es el idioma del presente, de la nueva nación dominadora fuerte y jovén, y es la lengua, al mismo tiempo, más difundida en el Extremo Oriente, con cuyos países sostendrá Filipinas en lo futuro sus más íntimas relaciones comerciales y políticas. Ambos deben, por consiguiente, conservarse; ambos deben ser, en fin, los idiomas nacionales de la futura república filipina.

Somos los primeros en sostener que no laboramos contra el idioma inglés. Somos partidarios, consiguientemente, de la convivencia amistosa en el país de ambos idiomas. Sostenemos que el inglés no solo debe conservarse, sino que su conocimiento debe seguir siendo objeto de difusión. Pero entendemos que el castellano, ha sido, es y deberá ser el único idioma nacional de Filipinas.

Es indudable que si los filipinos pudieran poseer ambos idiomas á la perfección, sería esto lo más ventajoso para sus intereses. Pero el poseer, dominándolos, dos idiomas á la vez, y dos idiomas de léxico tan rico y tan variado como el inglés y el castellano, es cosa imposible para un pueblo en general, para una colectividad compleja y numerosa, como es toda una sociedad nacional, como es en este caso el país filipino. El poseer á la perfección dos idiomas á la vez es privilegio reservado á ciertos y determinados indivíduos dotados de especiales aptitudes filológicas. Y si extremamos las cosas, notaremos que aún aquellas personas que pasan por conocedoras de dos idiomas diferentes, dominan más uno que otro, y que, salvo rarísimas excepciones de inteligencias muy privilegiadas, no obstante poseer dos idiomas, piensan y sienten en uno de ellos exclusivamente, realizando una traducción mental de sus ideas y pensamientos de un idioma á otro.

Y ese idioma en que piensen y sienten las personas poseedoras de dos idiomas distintos, será su verdadero idioma propio, y no aquel en que exprese sus ideas y sentimientos después de haberlos traducido en su interior del idioma que brotó espontáneamente de su corazón ó de su inteligencia. Y ese idioma en que se pinesa ó se siente, cuando se refiere á todo un pueblo, ó á una gran parte del mismo, es su verdadero idioma nacional. Y es indudable que infinidad de filipinos piensan y sienten en castellano, y piensan y sienten de tal manera en este idioma, que mejor expresan en él los estados diversos de su alma que en cualquiera de los idiomas nativos.

La mejor demostración de este aserto la tenemos en nuestro insigne Rizal. En medio de las penalidades y sufrimientos de una cárcel, teniendo de cara á la muerte y bajo la tremenda exaltación patriótica de sus últimos momentos gloriosos, cogió la pluma para entonar un canto de despedida á su patria, es decir, á su madre, á nuestra madre común, su adorada Filipinas, y aquel sublime corazón habló en emocionantes é inspiradísimas estrofas castellanas.

Pero se dirá: ¿no tiene Suiza tres idiomas nacionales? ¿no tienen dos Bélgica, el Canadá y la Confederación sud-africana? ¿Por qué no ha de poder tenerlos Filipinas? Y nosotros contestaremos diciendo que esto es no tener en cuenta en absoluto la forma y las circunstancias bajo las cuales Suiza, Bélgica, el Canadá y la Unión del África del Sur tienen varios idiomas nacionales.

En primer lugar, no existen en ninguno de esos países varios idiomas nacionales, sino que los que existen son varios idiomas oficiales, idiomas á los cuales se les ha dado carácter oficial, por ser los idiomas de nacionalidades distintas existentes dentro del mismo Estado. En la república de Suiza hay una mayoría de cantones alemanes, esto es, cantones de raza alemana, de costumbres alemanas y de idioma alemán, varios cantones franceses, ó sea, cantones de raza, costumbres é idioma francés; y un cantón de raza, costumbres é idioma italianos. No es, por consiguiente, que en Suiza todos los suizos hablen indistintamente los tres idiomas. Sino que hay suizos que poseen el alemán como único idioma nacional y lo utilizan exclusivamente, otros el francés, y otros el italiano. Claro está que esa proximidad y convivencia hace que muchos suizos alemanes hablen el francés, y muchos franceses alemanes el alemán. Pero lo hablan como uno cualquiera de nosotros hablaría el ruso ó el japonés, esto es, no como un idioma nacional, no como un idioma propio, sino como un idioma extraño adquirido por el estudio y por la práctica continuos.

Lo mismo ocurre en el Canadá. En el Canadá hay un Departamento ó Estado, el de Quebec, cuyos habitantes son, en su mayoría, descendientes de los antiguos colonos franceses, y que hablan consiguientemente el francés como idioma nacional. Y en los restantes Estados del Dominio, puede decirse que su mayoría están constituidos por colonos de raza inglesa, y que tienen, por lo tanto, al inglés por idioma propio. Más, como no podía evitarse que de hecho algunos colonos franceses fuesen á establecerse á Estados de raza inglesa, ni que colonos ingleses fuesen á vivir al Estado de Quebec, por no inferir agravio á ninguno de los dos, se han declarado á ambos idiomas, el francés y el inglés, idiomas oficiales. Pero no puede decirse que ambos á dos, y para todos los canadienses, sean el inglés y el francés los idiomas nacionales.

En Filipinas no ocurre esto. Hay una minoría de filipinos, descendientes e individuos de raza española que tienen al castellano naturalmente como idioma propio y casi por decir único. Hay algunas localidades donde filipinos indígenas, de pura raza nativa, como Cavite, San Roque, Caridad, Zamboanga, y aún muchos de los que en Manila y en otras capitales importantes viven, que no poseen asimismo otro idioma que el castellano más ó menos adulterado. Fuera de estos focos, que si son una excepción, lo son á favor del castellano, tenemos una gran masa de origen homogéneo, el malayo, y no dos ó tres nacionalidades distintas como ocurre en Suiza, Bélgica, Austria ó el Canadá.

No hay que pensar, por consiguiente, que la gran masa de filipinos tenga dos idiomas nacionales, porque no tienen todos ellos más que una tradición, unas costumbres y son de una misma raza. No existen aquí para los efectos del idioma dos nacionalidades distintas, una situada, por ejemplo, en Luzón y otra en Bisayas; y los mestizos americanos son una minoría microscópica, en muchos de cuyos descendientes, se ve el curioso fenómeno de adoptar el castellano ó alguno de los idiomas nativos, dejando por completo el idioma inglés.

Si todo esto es absolutamente cierto, no cabe duda que podrá haber filipinos que hablen los dos idiomas, el inglés y el castellano, pero en uno de ellos solamente pensarán y sentirán, y ese será su verdadero idioma nacional. Y en verdad, quizás existan excepciones individuales, pero de los dos idiomas, aquel en el cual piensan y sienten los filipinos es el idioma castellano. En él pronuncian sus discursos los políticos; en él impresionan y agitan los oradores á las masas populares y proletarias; en él brindan y se expansionan las sociedades de recreo; en él cantan los poetas; en él luchan los periodistas, y en él hablan y escriben los hombres de ciencia del país. Y si el caudal científico y literario de Filipinas, no es, cierta y afortunadamente de hoy, sino que data de ayer, es innegable que la mayor parte de las obras científicas y literarias, y la prensa filipina, son obra de unos pocos de la generación de ayer, y de unos muchos de la generación de hoy, de la generación nueva, que expontáneamente sigue pensando y sintiendo en castellano, que es y deberá ser, por consiguiente, no el único idioma, en absoluto, pero sí el único lenguaje nacional de todos los filipinos.

miércoles, julio 20, 2011

¡Feliz undécimo cumpleaños, Krystal!



¡Feliz undécimo cumpleaños a mi única hija, Jewel Krystal Rose Alas y Perey!

lunes, julio 18, 2011

¡El actualizado FILIPINO eSCRIBBLES!

¡Un buen día a todos vosotros!

Tengo buenas y malas noticias. La mala noticia es que empezando hoy, mi edad ya no se incluye en el calendario... porque cumplo 32 años, ¡jajaja!

¿Y la buena noticia? Acabo de actualizar el homólogo inglés de este blog castellano. Sí, hoy es el segundo aniversario de mi bitácora inglesa, ¡FILIPINO eSCRIBBLES! Y yo no podría haber hecho esta actualización sin la ayuda de mi amigo desde Misamis Oriental, el hispanista David Salcedo Sánchez, dueño del blog FILIPINAS, ¡QUÉ HERMOSA ERES! Fue él quien creó la nueva bandera de mi blog ingles.

Para más detalles, por favor haced clic aquí.


Tomada esta tarde.

¡Mil gracias a todos lectores y partidarios de ALAS FILIPINAS y FILIPINO eSCRIBBLES! ¡Qué el Señor Dios nos bendiga siempre!